Alberto Gurrea: "Esta nominación va más allá: es un homenaje a la jota”

Más de 250 composiciones de jota, un género musical que ha conseguido adaptar al siglo XXI, con letras que van desde el bullying hasta la violencia de género. Es, según dice, una manera de encauzar “las emociones” que tiene dentro, y, más aún, “una forma de vivir”, porque “yo le debo todo a la jota”.

Alberto Gurrea Saenz, pamplonés de nacimiento, pero vinculado a Andosilla, recibía ayer las felicitaciones de sus clientas de la peluquería de Pío XII, donde trabaja, mientras no podía ocultar la emoción. “La nominación ya es suficiente para mí”, porque, según añade, “no me lo esperaba”.

Jotero y compositor, Alberto lleva la música navarra por bandera, tanto que es fácil encontrarlo en cualquier sarao sanferminero. El 7 de julio, en la Misa de Escalera a las 9, lleva años cantando la jota de Madurga y la de Lizarraga, con la Coral Pueblo Viejo de Barañáin, y a dúo con Ana Ilzarbe. “También en la misa mayor de San Saturnino, el 7 a las 12”, y en el Bosquecillo, en Antoniutti, en las sobremesas del resturante Kabo...

Gurrea está agradecido a Amudisna, porque “han sido mujeres las que me han propuesto” y explica que los días de votación “espero estar con tranquilidad, porque me conformo con poco”. En cualquier caso, la propuesta de su persona “es mucho más, es un reconocimiento a la jota navarra”, confiesa. De ser el más votado, algo que “ni me imagino”, Alberto Gurrea ya tiene a quién dedicárselo: “A mi madre, Elena, con Alzheimer desde hace 12 años”. Siempre que baja a Andosilla, le canta:“Ella me mira, y a veces me acompaña”. Emoción.