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El pamplonés Dani Zúñiga, finalista a Peluquero Español 2025

El estilista, muy vinculado a Los Arcos, disputa en octubre la final de la categoría reina de los premios Fígaro, con tres candidatos entre las 188 colecciones presentadas

El pamplonés Dani Zúñiga, finalista a Peluquero Español 2025Lucía Sun

De crío destrozaba las muñecas de su prima y sus hermanas.“Las reventaba todas, además con cortes de pelo imposibles”, recuerda el estilista pamplonés Daniel Zúñiga. “Ahí se forjó la base”, se ríe.

De las nancys despeluchadas pasó, todavía en la infancia, a las cabezas para cortar el pelo “de esas de la señorita Pepis”, con las que se entretenía en sus largas convalecencias tras las operaciones de elongación de huesos para crecer. Con ocho años las tibias, con 11 el fémur y con 14 los brazos. En las de las piernas, el reposo era de nueve meses. “Yo me sentaba en octubre y me levantaba en junio. Y tenía que volver a aprender a andar, montar en bici, esquiar... con mi nueva estatura”. 

Experimentó más tarde como peluquero con sus amigas “por intuición. El resultado era bueno, pero no sabía cómo lo conseguía. Entonces no tenía técnica”. Y lo solucionó formándose en la Sassoon Academy de Londres, donde también estudió maquillaje audiovisual y de moda en el London College of Fashion.

AhoraDannizú, de 46 años y director de la firma madrileña Corta Cabeza, es uno de los tres finalistas a Peluquero Español 2025. La categoría reina de la 16ª edición de los Premios Fígaro, que se fallarán en octubre. “Llegar a esta final es un honor brutal. Es un reconocimiento no solo a mi trabajo, sino al esfuerzo constante de todo el equipo de Corta Cabeza. Somos una familia que cree en una peluquería libre, diversa y profundamente creativa”. Cita a Marta, Josu, Álex, Manu, Salva y Robert, “que me han acompañado y apoyado en la elaboración de looks”, y dice que “estar aquí, entre tanto talento, es un privilegio”.

“Llegar a esta final es un honor brutal. Es un reconocimiento no solo a mi trabajo, sino al esfuerzo constante de todo el equipo"

En un certamen de récord, con 188 colecciones inscritas, Dani se coló primero en la selección de 30 candidatos, luego entre los 17 prefinalistas... y ahora compite con Sonia Neri (Barcelona) y Rafael Bueno (Málaga) por el máximo galardón. Lo hará con su colección Glares, “un ejercicio de sensibilidad y firmeza creativa. En ella, la luz se convierte en metáfora de integridad, reivindicando a quienes se mantienen fieles a sí mismos frente a las tendencias fugaces”, explican desde Corta Cabeza.

Dani, muy vinculado a Los Arcos, pueblo de sus padres y “mi punto de referencia”, ha colaborado en su carrera con firmas como Opticalia y Mango, Nike, PETA, Beefeater, Coca-Cola o Loewe; publicaciones en medios internacionales –Vogue, Elle, GQ Brasil, L’Officiel, Neo2 o Infringe– trabajos para las artistas Angy o Celine Van Heel y actrices como Antonia San Juan, Dora Postigo, Clara Alvarado y Bárbara Lennie. 

dani zuñiga, con Celine Van Heel.

El estilista no tiene muy claro cómo describir su estilo. “Soy un alma libre, bastante visual… Vengo de la escuela de Sassoon, así que mi corte estrella es el bob en todas sus versiones. La rutina me aburre. Amo arriesgar con el color, y esto no implica fantasía, sino intentar que las personas que se ponen en mis manos salgan de su zona de confort”.

Porque lo que más le gusta es “cambiar a la gente. Yo no corto puntas, a mí me gusta transformar. Además, normalmente cuando la gente viene a por un cambio está siendo también un cambio en su vida. Se ha divorciado, ha cambiado de trabajo... hay algo que les hace cambiar de imagen. Es el momento del cliente que más disfruto. Me gusta acompañarles en esa transformación. Y siempre se acuerdan porque fue un punto de inflexión en su vida”. Se dejan asesorar. “Ya saben que nosotras parimos, nosotras decidimos. Y cuando la gente se deja asesorar el resultado es mejor”. 

"Yo no corto puntas, a mí me gusta transformar. Además, normalmente cuando la gente viene a por un cambio está siendo también un cambio en su vida"

Reconoce también que “con los años me he vuelto más... no conservador, pero sí hago cortes más versátiles, menos extravagantes. Más modernos y actuales, pero que no chirríen ni sean exagerados. Para eso ya tengo las editoriales de moda o las colecciones, donde doy rienda suelta a mi fantasía. Por ejemplo, la que presentaba a Fígaro, algo más avant-garde y que quizás es poco ponible”, cuenta.

Trayectoria vital

Zúñiga comenzó Empresariales en Pamplona con la idea de seguir el legado familiar –su padre tenía una empresa–, pero lo dejó tras el primer curso. Su padre le animó a estudiar peluquería, pero “no me quería dedicar a eso, porque pensaba que dejaría de ser mi hobby”. Se equivocó: “No hay nada mejor que dedicarte a lo que te gusta”, dice.

El estilista de Pamplona Dani Zúñiga.

Estudió Marketing y Publicidad en Madrid, montó con un amigo una agencia de comunicación y viajó a Londres para perfeccionar el inglés. Para ganarse el plan entró en una peluquería de junior. “Era eso o fregar platos, y preferí lavar cabezas preparar tés y doblar toallas”. Ya no abandonó ese mundo.

Dani tiene acondroplasia, el tipo más común de enanismo. “A mí me gusta llamar a las cosas por su nombre, y yo soy enano. Siempre he creído más en la integración que en el victimismo. También he nacido en un entorno privilegiado. Mi casa siempre ha tendido a la normalización, más que a la diferenciación”.

En esa edad de la niñez “en la que te preguntas de todo”, a Dani le preocupaba “que nunca iba a saber lo que era vivir una vida sin que te miren en la calle, sin que te señalen... esa vida normal desde un punto de vista de una persona sin discapacidad”. Pero cuando llegó a Madrid, la frase de un tío suyo le cambió el chip. “Mira, la gente se pega toda la vida intentando diferenciarse, y tú has tenido la suerte de nacer diferente”.