Cuando Jon Morentín llegó a Nuevo Artica tan solo tenía 4 años. Era igual de pequeño que el concejo de reciente nacimiento, al que recuerda con solo dos bloques de piso. “El pan lo teníamos que comprar en Berriozar. Lo primero que tuvimos fue gasolinera y fue una bendición poder echar el café”. Ahora ya roza los 5.000 habitantes y, para celebrar las fiestas, ya no es necesario ir al Casco Antiguo de Artica. En parte porque, gracias a Morentin y a sus compañeros Iñaki Markotegi y Sergio Paz, ya cuentan hasta con Asociación de Gaiteros.

Tras la creación de la Comparsa de Gigantes en 2015, vieron la necesidad de traer músicos. Ante la falta de grupos locales, tenían que importarlos. A finales de 2024 Morentin. Paz y Markotegi dijeron basta. “A mí me apetecía mucho tocar en mi pueblo y vimos que existía la necesidad de tener gaiteros propios”, recuerda Morentin Dicho y hecho, a principios de 2025 crearon la asociación. Desde entonces, no han parado de moverse por distintos eventos: “Queríamos que Artica tuviera un grupo cultural propio y enriquecer su patrimonio. En este caso de gaiteros”.

Su pasión por los instrumentos no es reciente. “Siempre me ha gustado mucho el folklore, la tradición y las danzas populares”, declara Morentin. Los tres artífices se conocieron hace años en la escuela Gaiteros Hazaldi, en Pamplona. Ahí mismo, donde se juntaban para tocar, nació la idea. A día de hoy siguen utilizando ese mismo local para ensayar la música que va a ser la banda sonora de Artica.

Tienen claro cuál es su objetivo: “Las fiestas no se entienden sin una gaita y un tambor. Queremos participar en todo lo que podamos para alegrar y servir al pueblo”. Como asociación, por mucho que su trabajo sea remunerado, no pretenden lucrarse por su actividad.

Desde su creación

Este año han podido sacar sus instrumentos a relucir en distintas actividades: “Estuvimos en las fiestas pequeñas de abril. También preparamos los bailables de primavera junto al concejo”. Pero reconocen que el plato fuerte viene ahora: las fiestas grandes de septiembre. “Tengo ganas e ilusión de hacer esto en mi pueblo”, admite Morentin. Va a ser la primera gran posibilidad de darse a conocer a los habitantes de Artica. Y saben cómo quieren hacerlo: “Nos gustaría ser cercanos con ellos”. Eso sí, la confianza institucional la ganaron desde el primer momento: “Agradecemos al concejo, que ha apostado por nosotros y nos ha dado facilidades desde el principio”.

Aunque ahora solo piensan en tocar, no se cierran ninguna puerta para el futuro: “¿Quién sabe si crearíamos una escuela?”. Como parte de la labor divulgativa de la música popular que defienden, no descartan enseñar lo que saben a los más pequeños. “Nos gustaría porque va ligado a la labor de fomento de este instrumento”, subraya Morentin. Aunque a día de hoy le haga gracia verse de profesor, reconoce que se ve preparado.

Ante la falta de relevo generacional en el folklore popular de Artica, los tres mosqueteros de la asociación Gaiteros de Artica quieren poner su granito de arena en que no decaiga el sentimiento de pertenencia: “Es necesaria la divulgación para que la gente lo sienta cercano y siga con ello”. A él le gustó desde pequeño porque fue a una escuela, por eso se plantea la opción de hacer lo mismo para que nazca la semilla del gusto por este instrumento en otros.

“Ser gaitero del pueblo que te ha visto crecer significa mucho para mí”. Morentin, junto a Paz y Markotegi, y sobre todo sus gaitas y tambores, son responsables ahora de que Artica continúe su camino. O como dicen ellos: “De darle vidilla”.