Este lunes comenzó en el Club Tenis Pamplona el 50º Torneo del Jamón de paleta cuero en el trinquete. Uno de los actos conmemorativos para celebrar las bodas de oro ha sido la edición de un libro de 219 páginas que recopila las 49 ediciones anteriores, el origen del campeonato y un homenaje al trinquete. Su autora ha sido Izaskun Arricaberri Mendaza (Valcarlos, 39 años), responsable de comunicación del club.

¿Cómo surge la idea de hacer el libro?

–Se juntaron dos cosas. En 2018 fue el centenario del club y escribí un libro que funcionó muy bien. A la gente le gustó esa idea. Entonces como llegaba la 50 edición del Jamón, nuestro torneo más tradicional y que  más repercusión tiene a nivel nacional e internacional y nos animamos a hacer un libro. 

¿Cómo ha influido la pandemia en el desarrollo del libro? ¿Estaba preparado en 2020?

–El libro estaba al 80% porque la pandemia empezó en marzo de 2020 y en teoría el Jamón iba a ser en agosto. Con todos los plazos de imprenta y demás lo queríamos tener preparado en mayo. Estaba casi cerrado. Lo que hemos hecho después es una revisión de todos los contenidos y darle un poco más de profundidad. El grueso ya estaba hecho. Ha sido más trabajo porque en el 2019 se afronta de manera más fresca, se dejó en un cajón y ahora vuelves a revisar más de 200 páginas.

¿Se ha podido ampliar más gracias a estos dos años?

–Hemos hecho alguna entrevista más y hemos conseguido más fotos. La verdad que el club no tiene mucho archivo. Hemos tenido que recurrir a hemerotecas y fotos que tenía la gente en su casa.

¿Cuál es el objetivo que se marcó con el libro?

–Quiere conseguir dos cosas, en mi opinión. En primer lugar, que la gente que haya participado tenga un material de referencia para recordar las anécdotas que vivieron durante el torneo y me han ido contando en las entrevistas.  También lo que ha buscado el libro es que la gente ajena al propio torneo tenga una referencia que no sea muy técnica sobre el juego y tanteador, sino que sea más social. Verlo desde un punto de vista más humano, no como un torneo puramente de pelota centrado en lo que pasa en el trinquete sino todo lo contrario. Darle el aspecto social de jugadores, anécdotas…

“Los pelotaris cuentan que lo característico del Jamón es que el público se sale del estándar, en la grada se ven mayores, mujeres, niños...”

¿Qué le ha llamado más la atención a la hora de recopilar información de las 49 ediciones?

–Diría que dos cosas. Respecto a los pelotaris, me parece que hay entre todos ellos un honor y un reconocimiento que en otros deportes no existe. Aquí hay competitividad sana, si me gana el otro es porque ha sido mejor. En ningún momento hay margen para la trampa o la queja como puede pasar en el fútbol. Hay muchísimo honor y lealtad. Entre ellos se reconocen y eso es un valor que tiene la pelota que posiblemente otros deportes no tienen. Luego también me gusta mucho que cuentan que el Torneo del Jamón, pese a ser un torneo de pelota que el público suele ser hombres mayores, todos los pelotaris dicen que lo característico de este torneo es que se sale de ese estándar. Cuando vienes a ver los partidos, ves en la grada a mayores, mujeres, madres, tías, niños…. Eso en el ámbito de la pelota no se suele ver. Por último, añadiría que los pelotaris de la casa lo viven de una manera muy intensa. Los chavales desde que están en la escuela quieren jugar el Chorizo (para niños), el Jamón de Segunda y luego el de Primera. Es muy bonito, por ejemplo, Pello Egaña que cuenta que su padre ganó, él también y su mujer dio a luz el día que jugaba unas semifinales. Aquí se mezcla la vida personal con el juego.

De todos los torneos, ¿cuál ha sido el que más especial le ha parecido?

–Me gusta mucho la de 1992 porque fue el año de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Que los pelotaris del Tenis fueran capaces de jugar en unos Juegos y luego en el Jamón me parece  lo máximo. Viéndolo de manera retrospectiva me parece impresionante.

“El libro busca que la gente ajena al torneo tenga una referencia no muy técnica sino más social centrada en los jugadores y anécdotas”

Como trabajadora del club, ¿qué supone el Jamón para el Tenis?

–Dentro del mundo de la pelota, es nuestra seña de identidad más potente. Hemos logrado que lo que empezó siendo un campeonato local, se haya convertido en una de las  mejores competiciones de pelota a nivel mundial, tal y como dice todo el mundo. Así lo atestigua que vengan argentinos, uruguayos y franceses. Creo que todos los socios del club están orgullosos. Es para quitarse el sombrero con todos los que han hecho las 49 ediciones anteriores. Para mí es un orgullo trabajar en el Jamón.

El libro también pretende ser un homenaje al trinquete del club. ¿Qué le distingue de los demás?

–Para mí la cubierta de madera. Es espectacular. He estado en otros trinquetes como el Moderno de Baiona, que es muy bonito de cristal con público a los lados. Sin embargo, este trinquete tiene el color verde, la madera de la cubierta, la luz que te llega. Es una obra de 1945 pero todo el mundo que sigue entrando ahora, 77 años después, se queda con la boca abierta. Si lo ves con toda la gente y el ambiente un día del Jamón ya es alucinante.