La pareja formada por los argentinos Facundo Andreasen y Alfredo Puly Villegas se proclamaron campeones de la quincuagésima primera edición del prestigioso torneo Jamón celebrado en el Club de Tenis de Pamplona, al vencer en tres sets a la pareja formada por Guille Pérez y Mitxel Fernández (15-9, 7-15, 10-8).

Tanto Guille Pérez como Facundo Andreasen debutaban en el Jamón y ambos lograron llegar a disputar la final, mientras que Puly Villegas, que perdió la final el año pasado ante Lascoiti y Ansó, tuvo su reválida, pudo resarcirse y levantó su primer Jamón en su segunda participación.

Los argentinos salieron al trinquete más serios, más seguros y con las ideas más claras que Pérez y Fernández, que cometieron más fallos, por lo que la primera manga cayó del lado visitante. Ambas parejas presentaban dos debutantes en el torneo. Pudieron reponerse Pérez y Fernández para llevarse la segunda manga en un trinquete que presentó un excelente ambiente y que congregó a numerosos aficionados al deporte, llevando la final al tercer y definitivo set, que tuvo emoción hasta el final, pero que terminaron llevándoselo los visitantes, que se convirtieron en la segunda pareja de nacionalidad argentina en ganarlo, tras Elortondo y Bizzozzero, que lo lograron en Barcelona en 1992.

La jornada comenzó con la disputa de la final de goma masculina, que cayó del lado de los hermanos Marculeta, David y Javier, que se impusieron en tres sets a Javier Iraburu e Íñigo Zaratiegui (15-8, 12-15, 8-10).

En paleta cuero de segunda, Javier Insausti y Javier Gaztambide se proclamaron campeones, también en tres sets (15-9, 9-15, 10-2), al dúo formado por Telmo Charro y Xabi Sánchez.

Por su parte, en goma femenina, Maider Ardanaz - Sylvie Halsouet se proclamaron campeonas en dos setes (12-15, 9-15) a Irene Arraztoa y Nagore Martín.

“No me sentí cómodo”

Al finalizar el encuentro, Facundo Andreasen reconocía que “la verdad, no me sentí cómodo, pero las finales hay que ganarlas, no importa cómo. Si es jugando bien, mejor, pero hay que ganarlas. Le dije a Puly que estaba incómodo, mérito de ellos, pero que iba a jugar con el corazón. Hay que tener la cabeza muy fría, pero estoy jugando con el mejor delantero”, mientras que su compañero, Puly Villegas, aseguraba que “tengo una felicidad enorme, se me pone la piel de gallina porque el año pasado estuve muy cerca. Me entreno para jugar todos los torneos al máximo, muchas veces me toca perder, pero cuando me toca ganar me emociono mucho por toda la gente que tengo detrás. Recuerdo a todos ellos cuando me toca ganar”, antes de dedicárselo a “toda la gente de Argentina”.