Tuvo de todo la final del Campeonato de Parejas de la LEP.M que se disputó ayer en el Navarra Arena, escenario en el que el entrenador de Osasuna, Jagoba Arrasate, se convirtió en el inesperado quinto finalista. Y es que hubo cánticos de apoyo para Peio Etxeberria y José Javier Zabaleta, a la postre campeones; para Jokin Altuna y Julen Martija, que terminaron claudicando después de un infructuoso intento de remontada; y también para el preparador vizcaíno, que continuó con su particular baño de masas desde que el pasado martes anunciara que a la conclusión del presente ejercicio pondrá fin a su aventura de seis exitosas temporadas como inquilino principal del banquillo de Osasuna.
El técnico del conjunto navarro acudió al Navarra acompañado por Richard Sanzol, que se encarga de la preparación de los porteros del cuadro rojillo, y por los directivos Juanma Garro y César Muniáin. Y no fueron los únicos representantes del osasunismo en el frontón, pues hubo hinchas, ayer pelotazales, que le dedicaron varios cánticos a Arrasate, alguno de ellos pidiéndole que cambie de opinión y se quede en Osasuna, y también jugadores del primer equipo: Unai García, Jon Moncayola, Kike Barja, David García, Jorge Herrando, Pablo Ibáñez, Aitor Fernández, Raúl García de Haro y el portero Juan Pérez, ex del cuadro navarro y que ahora milita en las filas del Huesca.
Como el asunto va de rojillos, también se dejó ver por el Navarra Arena Enrique Martín Monreal, que en las últimas fechas, ya sea en serio o en broma, se ha postulado para presidente y para entrenador de Osasuna, pero que ayer ejerció de pelotazale. Y de rojo también tuvieron que comparecer en el frontón tres agentes de la Policía Foral, que llegaron a última hora porque en el tramo final del partido, cuando comenzaba la infructuosa remontada de Altuna y Martija, se requirió su presencia después de un amago de pelea. Al parecer, alguien que se pasó con la ingesta de alcohol provocó un altercado que se saldó sin consecuencias, más allá de que hubo momentos con espectáculo en la cancha y en la grada. Y es que, para no dar más bombo al asunto, no se evacuó al interfecto, acompañado y vigilado en todo momento por los tres agentes, hasta el final de la entrega de trofeos.
No se perdieron la cita algunos expelotaris que lo han ganado todo y que ahora ejercen de comentaristas radiofónicos, como son los casos de Oinatz Bengoetxea y Juan Martínez de Irujo, ni el reputado harrijasotzaile de Otsagabia Iker Vicente. No faltaron tampoco los representantes de las instituciones –la consejera de Cultura Rebeca Esnaola en representación del Gobierno de Navarra y el alcalde Joseba Asiron por parte del Ayuntamiento de Pamplona– y así hasta casi 3.000, porque el frontón no se llenó por poco.
