madrid. Siete de los miembros de la ilegalizada Gestoras pro Amnistía que fueron ayer condenados por el Tribunal Supremo (TS) por pertenecer al colectivo de apoyo a presos de ETA ingresaron ayer en prisión, después de ser detenidos por las Fuerzas de Seguridad para que cumplan el resto de condena que les resta. Seis de ellos ingresaron el viernes en prisión (tres en el centro penitenciario de San Sebastián; dos en el de Basauri y uno en el de Nanclares de Oca), mientras que un séptimo lo hizo ayer por la mañana en la cárcel de Pamplona. En una sentencia notificada el viernes por el Supremo, el alto tribunal mantiene las penas de cárcel impuestas a 20 dirigentes de Gestoras, organización a la que considera "una pieza más en el mosaico del terrorismo vasco" encabezado por ETA, aunque absuelve a uno de ellos, Aitor Ángel Jugo, uno de los tres responsables nacionales del colectivo, al que la Audiencia Nacional condenó a diez años de cárcel en septiembre de 2008.

La Audiencia Nacional condenó en septiembre de 2008 a penas de entre 8 y 10 años de prisión a 21 dirigentes de Gestoras por un delito de integración en organización terrorista. Tras recibir la sentencia del TS, la sección cuarta de la sala de lo penal de la Audiencia acordó el encarcelamiento de ocho de ellos -Jagoba Terrones, Julen Larrinaga, Jon Imanol Beaskoa, Gorka Zulaika, Aratz Estonba, Ainhoa Irastorza, Iker Zubia y Jesús Beaumont- para cumplir el tiempo de condena que les resta. Al menos siete de ellos ingresaron ya en prisión después de la sentencia del TS, que considera que ha quedado suficientemente probado que tanto Gestoras como Askatasuna formaban parte "como una más" de las propias estructuras del terrorismo sin posibilidad de actuación ajena o independiente respecto de las directrices fijadas por los máximos responsables de ETA.

Por lo que se refiere a Jugo, al que la sentencia de instancia situó en la jefatura máxima de Gestoras junto a Juan María Olano y Julen Zelarain, salió de la cárcel de Picassent (Valencia) el pasado 5 de octubre después de que el Supremo comunicara a la Audiencia Nacional su absolución. El tribunal dice que le es imposible "suplir las lagunas probatorias" advertidas en la sentencia dictada contra él por la Audiencia Nacional.