EL hombre más buscado de la democracia, el que mantuvo en jaque a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante 305 días y el que organizó una detención rocambolesca, será este mes de marzo protagonista de una de las liberaciones más polémicas. Luis Roldán, condenado en 1998 a 28 años de cárcel por malversación de fondos públicos, cohecho, fraude fiscal y estafa (castigo ampliado a 31 años por el Supremo), saldrá el próximo 19 de marzo de la cárcel. A los veinte años que cifra el actual Código Penal como pena máxima hay que descontarle la redención de penas contemplada en el Código de 1973. Redención que Roldán contabilizó entre 1995 y 2000 por estudios y buen comportamiento. ¿Años cumplidos? Quince, justo hoy 28 de febrero.
Poco importa que la sentencia calculara que el enriquecimiento ilícito de Roldán era de más de 1.700 milones de pesetas (283 millones de euros); el dinero nunca ha aparecido a pesar de ser el caso más sonado de corrupción de toda la etapa democrática. Según algunas fuentes, tras quince años de cómoda cautividad, Roldán habría conseguido salvar de la quema varios millones de euros que ocultaba en 1993 en un banco suizo y que siguen sin aparecer con sus dos testaferros ya fallecidos. Además, se señala que la Justicia sólo ha logrado embargar cuatro de los quince pisos y fincas que atesoró. Al parecer, el Estado sólo habría recaudado unos 1,6 millones de los más de 10 que Roldán amasó ilicitamente y que debe devolver. Ese dinero se ha conseguido con el embargo de cuentas y la subasta de algunas propiedades.
La historia de este impostor comienza cuando se hace público, en 1993, el patrimonio acumulado por Roldán. Con su sueldo, que en ese año era de 400.000 pesetas netas, poseía un chalet en Zizur Menor (Navarra), otro en Aravaca (Madrid), un piso de 332 metros cuadrados en la Castellana, otro terreno en Cambrils y una finca de frutales en La Rioja, además de otras propiedades que, tras su divorcio, habían pasado a su ex mujer.
Pocas semanas después de estallar este polvorín cesó en su cargo, hasta que en febrero de 1994 el pleno del Congreso aprobó crear una comisión de investigación de su gestión al frente de la Guardia Civil. El 21 de abril, más de cinco meses después de las primeras noticias sobre las corruptelas, el PSOE le suspendió cautelarmente de militancia hasta la resolución del caso. Dada la magnitud del escándalo se ordenó retirarle el pasaporte y ante su ausencia en el juzgado se dictó orden de detención. Pero Roldán ya había desaparecido. Durante casi un año, estuvo en paradero desconocido para no ser detenido por las evidencias que le señalaban como culpable de enriquecimiento ilícito, mediante el cobro de comisiones de obras, estafas a constructores y malversación de fondos reservados del Ministerio de Interior.
no tiró de la manta Tras pactar su detención en Tailandia, en una de sus salidas de tercer grado, concedió una polémica entrevista a María Teresa Campos en 2008 que todo el país siguió en vilo ante sus amenazas de "tirar de la manta". Sin embargo, no aclaró nada. Reivindicó que su caso era un precedente penitenciario único porque "conmigo han sido más duros que con los demás". Sobre los 1.700 millones de pesetas que estafó, Roldán siempre ha afirmado que el dinero lo tenía su antiguo amigo Francisco Paesa, ex espía y ex colaborador del Ministerio de Interior, al que denunció. "El dinero fue trasferido a unas cuentas de Singapur por el señor Paesa. En 1995 reconoció que el dinero era suyo", afirmó una y otra vez.
Sobre el modus operandi reveló que "llegué Navarra en el 1983 y el primer talón lo cogí en 1985. En marzo de 1986 recibí un talón de 7 millones de pesetas anuales hasta que cesé a finales de 1986. También había altos cargos que cobraban de los fondos reservados". Restó importancia al affaire de su huida. "Se inventaron una gran historia de que yo me había ido, que llevaba cinco pasaportes, cosa que es absolutamente falsa como quedó demostrado en el juicio". "Estuve cuatro meses en un apartamento sin salir a la calle ni un solo día. Salí simplemente para pasar cuatro días. Si me hubiera ido de otra manera lo hubiera preparado mejor, me hubiera llevado a mi mujer y a mi hijo", declaró.