málaga. La sentencia del caso Malaya, dada a conocer ayer, merma sustancialmente las penas a los procesados, entre ellos el cerebro de la trama, Juan Antonio Roca, al que condena a 11 de los 30 años de prisión solicitados por la Fiscalía Anticorrupción, y absuelve a casi la mitad de los 95 acusados. La resolución judicial, que consta de 5.774 folios, considera probado que Roca "ejerció como alcalde de hecho durante años", mientras que los concejales "se aquietaban a sus tejemanejes".

El tribunal ha condenado al "jefe de la organización" por los delitos de blanqueo de capitales, prevaricación administrativa, fraude y cohecho pasivo para acto injusto, y le ha impuesto una multa de 240 millones, que también dista de los 810 millones de euros que pedía el fiscal.

En la mayor trama de corrupción conocida en un ayuntamiento español, las licencias urbanísticas se decidían en reuniones entre Roca y los cabezas del gobierno municipal tripartito presidido por la entonces alcaldesa Marisol Yagüe.

La exregidora de la ciudad entre el 2003 y el 2006 ha sido condenada a seis años de cárcel por los delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación, fraude, cohecho pasivo y alteración del precio de concursos, frente a los dieciséis años que solicitaba la acusación pública.

Su antecesor en el cargo, Julián Muñoz, que se encuentra encarcelado por una causa relacionada con blanqueo de capitales, ha sido condenado en Malaya a dos años de prisión, una quinta parte de la pena propuesta por Anticorrupción.

La exteniente de alcalde Isabel García Marcos ha sido condenada a cuatro años de cárcel, un tercio de la petición fiscal.

rebaja de penas También ha habido importantes rebajas de las penas entre la treintena de empresarios acusados de obtener favores municipales, sobre todo urbanísticos, a cambio de dádivas, que Roca "dosificaba" entre los funcionarios públicos y concejales.

Destacan por la relevancia de las penas Carlos Sánchez y Andrés Lietor, que se enfrentaban a sendas peticiones fiscales de 22 años de cárcel y multas de 23 millones de euros y han sido finalmente condenados a 6 años, 3 meses y un día de prisión y a multas de 4,7 millones de euros cada uno de ellos. Al promotor granadino José Ávila Rojas se le ha impuesto una pena de 3 años y 8 meses de prisión y una multa de 11,5 millones de euros -le pedían 10 años y 55 millones de multa- y el constructor cordobés Rafael Gómez ha sido condenado a seis meses de cárcel sustituibles por una multa de 1.800 euros. Entre los más de cuarenta procesados que han sido absueltos en este macroproceso figuran los empresarios Tomás Olivo y Cristóbal Peñarroya.

La reducción de las penas fue ayer acogida con alegría y satisfacción por muchos de los procesados, aunque los principales ya anunciaron su intención de recurrir la sentencia, caso de Juan Antonio Roca y Marisol Yagüe, mientras que la Fiscalía analizará los argumentos esgrimidos por el tribunal para tomar una decisión.

"detenciones mediáticas" En la sentencia, la Sala cuestiona la instrucción del caso al señalar que algunas detenciones fueron "excesivamente mediáticas" y que la "espectacularidad con que se realizaron" algunas de ellas "no era necesaria".

El decano del Colegio de Abogados de Málaga, Francisco Javier Lara, destacó que, pese a la rebaja de las penas, se demuestra la "objetividad e imparcialidad" del tribunal. El abogado Diego Martín Reyes, que presidió la gestora que tomó el mando del Ayuntamiento de Marbella en el 2006 cuando fue disuelto a raíz de la Operación Malaya, lamentó la "levedad" de las penas y admitió que esperaba condenas "más duras".

La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz (PP), declaró que la ciudad "cierra página" con la sentencia, que considera "absolutamente justa", independientemente de las penas impuestas. Por su parte, el PP andaluz consideró que es positivo que haya "sentencia y condena" para que no queden impunes los hechos de corrupción y recordó que "en la base" de todo el escándalo "está la inhibición del Gobierno andaluz socialista, que miró para otro lado a pesar de las evidencias".