pamplona - La campaña electoral enfila la recta final y los partidos han decidido poner sobre la mesa todos los argumentos para movilizar a sus votantes y simpatizantes y buscar el apoyo de los indecisos, una legión según los últimos sondeos. A 48 horas de la jornada electoral en España y otros 21 países de la Unión Europea, PP y PSOE han optado por intensificar sus ataques al contrario y enturbiar los mensajes, una medida dirigida al mercado interno de los partidos.

La primera en recurrir a la estrategia del ventilador fue la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que acusó a los socialistas de estar haciendo la campaña electoral "más sucia" que ha visto desde hace años y la comparó con la que llevaron a cabo contra Loyola de Palacio en 1999 cuando Rosa Díez era la candidata de los socialistas.

En un mitin en Tarancón (Cuenca), Cospedal reprochó al PSOE que esté "injuriando y calumniando" en la campaña al candidato del PP, Miguel Arias Cañete, como en su día hicieron con Loyola de Palacio, con las acusaciones por su presunta implicación en el caso del fraude de las subvenciones al lino en España.

En la misma línea insistió el número dos de la lista del PP a las elecciones europeas, Esteban González Pons, quien recordó que en 1999 los socialistas "le amargaron" y "le hicieron imposible" la campaña a Loyola de Palacio, quien -subrayó- finalmente ganó.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, fue un poco más allá al responsabilizar a los Mossos d'Esquadra del incidente en el que se vieron implicados el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y la líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, cuando el vehículo en el que se encontraban ambos fue objeto de una protesta en que varios manifestantes lanzaron piedras y botellas contra el coche.

El ministro llegó a asegurar que los actos violentos a la salida de un mitin del PPC en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), "no son ajenos a determinadas situaciones políticas impulsadas en Cataluña".

En todo caso, reconoció que "había de todo" entre los manifestantes: "Había personas a favor de los presos de ETA, antisistemas, mezcla de gente que reivindicaba diferentes cosas. Precisamente, porque había una cantidad de gente heterogénea, debería haber sido necesario un dispositivo adecuado a esa amenaza".

Así, se mostró en desacuerdo con el conseller del Interior, Ramon Espadaler, quien reprochó al equipo de seguridad del PP que hiciera salir el coche del ministro Montoro en dirección contraria a la acordada con los Mossos y sin que hubieran llegado aún los refuerzos policiales previstos. El ministro de Interior explicó que habló con Espadaler, pero que también escuchó a Sánchez-Camacho y Montoro, que estaba "escandalizado".

explicaciones Los socialistas, mientras tanto, han dejado de lado el comentario sexista de Cañete para retomar el asunto de sus negocios privados. El secretario de Organización del PSOE, Oscar López, recordó que el candidato popular sigue sin dar explicaciones sobre si tiene empresas con intereses en paraísos fiscales.

El coordinador de la campaña reiteró que no cejará en su empeño de que el cabeza de lista del PP dé explicaciones sobre este asunto antes de que los electores acudan a las urnas el domingo. A su juicio, tienen derecho a saber "qué intereses tienen sus empresas privadas y si tienen algo que ver con paraísos fiscales, una pregunta que me parece muy relevante".

Para López, los socialistas encaran esta recta final de campaña volcados en un último esfuerzo, "con toda ilusión", convencidos de que el resultado "está en un pañuelo" y de que pueden "ganar y cambiar el futuro de Europa y el futuro de España. - D.N.