barcelona -Los presuntos yihadistas detenidos el miércoles en Barcelona planeaban realizar un secuestro en España para grabar un degollamiento a una persona a la que iban a vestir con un mono naranja, al modo de las acciones terroristas realizadas por Estado Islámico, informaron fuentes de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. El juez Pedraz ha enviado a prisión a siete de los once detenidos.

La célula desarticulada, que se denominaba Fraternidad Islámica para la Predicación de la Yihad, no disponía de la indumentaria con la que vestir a su víctima aunque este plan se deduce de las conversaciones que se les han intervenido. Su intención, según estas fuentes, era demostrar que las acciones terroristas cometidas en Irak y Siria también se podían llevar a cabo en Occidente.

Según el auto de prisión del juez, también pensaban secuestrar a la directora de una sucursal del Banco Sabadell para financiar la célula y se habían puesto como objetivo varios edificios públicos y privados que aparecen fotografiados en sus móviles, así como “peces gordos”, en referencia a políticos.

En concreto, habían hecho fotos de diversos edificios de la céntrica plaza de España de Barcelona: el hotel Catalonia Barcelona Plaza, la comisaría de los Mossos d’Esquadra, el edificio del Servei Català de Transit y el centro comercial Les Arenes.

Los presuntos terroristas, que tenían una granada en perfecto estado, armas de fuego y cuchillos de grandes dimensiones, también realizaron visitas y seguimientos para cometer posibles atentados en el Parlament de Cataluña.

La investigación, desarrollada durante un año por la Policía catalana, ha permitido saber que la red desarticulada tenía entre sus actividades principales la captación y el reclutamiento de yihadistas para enrolarse en Estado Islámico. Al no conseguirlo, centraron sus acciones en cometer atentados en territorio nacional, aunque sus planes todavía se encontraban en fase embrionaria.

fotos de edificos públicos El grupo, liderado por Antonio Sáez Martínez, un hombre que se hacía llamar Alí, el peluquero, había tomado fotografías de edificios públicos y privados desde diferentes ángulos con la idea de efectuar vigilancias y seguimientos y conocer con detalle las medidas de seguridad de las instalaciones. Además, sus miembros contaban con manuales manuscritos sobre la mezcla de sustancias químicas que sirvieran para fabricar explosivos y, para ello, se habían provisto de azufre y nitrato potásico.

El joven de 17 años de edad estaba “totalmente implicado” en la organización y que otros dos miembros de la red habían experimentado una “rápida” radicalización. El ideólogo, por ejemplo, se convirtió al Islam en menos de un año.

La operación Caronte es considerada por fuentes de la Audiencia Nacional como la más importante que se ha desarrollado en España contra el terrorismo yihadista. Se distingue de las anteriores, por el hecho de que, aunque la célula tenía una actividad todavía incipiente, había llevado a cabo actos concretos, como vigilancias o el acopio de armas y sustancias para fabricar explosivos, con la idea de atentar en España, algo hasta ahora inédito en nuestro país.

Otro de los miembros importantes que ha ingresado en prisión -solo Frías está imputado de un delito de colaboración con banda terrorista y depósito de munición, a los otros seis se les acusa de pertenencia- es Said Touay, que estaba dispuesto a viajar a Siria con su familia para luchar con Estado Islámico.

Asimismo figura Gonzalo Cabezas, otro converso al que se vio el pasado 14 de marzo conduciendo por Barcelona con otros miembros del grupo para fotografiar objetivos. Otro de sus miembros en prisión es Jacob Orellana, a quien se intervino una conversación telefónica en la que, en noviembre de 2014, habla de cómo la muerte por la causa de Alá no causa sufrimiento y es equivalente a un pellizco o una picadura de abeja. “Sabes que morir en nombre de Alá no duele, que es como un pellizquito”, dijo literalmente a otro investigado.

Otros dos presuntos yihadistas que han ingresado en prisión son Lahcem Zamzami y Rida Hazem, ambos por captar a jóvenes para adoctrinarlos y enviarlos a luchar por la guerra santa. - Efe/E.P./D.N.

un neonazi entre los 11 detenidos

Planeaban atentar contra un librería. Diego José Frias Álvarez, militante del neonazi Movimiento Social Republicano (MSR) y antes de España 2000, es uno de los 11 detenidos el miércoles en la operación contra los presuntos yihadistas que planeaban llevar a cabo diversos atentados en Cataluña. Según Público Frías Álvarez, líder del MSR en Lleida donde encabezó su candidatura a las elecciones al Parlament en 2006, facilitó al presunto líder de la célula yihadista y amigo suyo Antonio Sáez Martínez diversos datos para llevar a cabo un atentado con bomba a contra la librería judía La Pedra, de Barcelona.