PAMPLONA. La expresidenta de UPN, Yolanda Barcina, anunció el pasado 27 de agosto a la Ejecutiva del partido su dimisión del cargo "por responsabilidad y generosidad" para facilitar el acceso de un líder "a tiempo completo y con dedicación", después de que hace meses renunciara a seguir en política.
"Necesitamos a un presidente a tiempo completo, no solo por UPN sino por Navarra en general", dijo Barcina, quien aseguró que así lo exige la situación, tras haber pasado su partido a la oposición y tener que preparar unas elecciones generales, además de convocar un congreso de "renovación" del partido regionalista. Hasta el pasado mayo presidenta del Gobierno foral, renunció meses antes a presentarse como candidata de su partido a la reelección y pidió volver a ejercer como profesora en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), donde es titular por oposición de la Cátedra de Bromatología y Nutrición, si bien mantenía su cargo como presidenta de UPN, mandato que expiraba en 2017.
Sin embargo, en una comparecencia de prensa convocada de urgencia, anunció poco después de hacerlo ante la Ejecutiva del partido que el actual momento político en Navarra es "trascendental" y "exige de todos nosotros una alta capacidad de reflexión y toma de decisiones".
Se refería así a la "situación radicalmente diferente a la anterior" y a la pérdida de UPN del Gobierno de Navarra "con un sentido democrático profundo" tras las últimas elecciones, por lo que ahora toca "hacer oposición, con claridad de ideas, relegando intereses personales".
"Es ahora cuando nuestro partido necesita más que nunca unidad de reacción norte claro y verdadera dirección política" para "renovar discursos, estrategias y contenidos de acción política", una tarea de "auténtica revitalización" que en UPN se debe hacer "pronto y bien", en un Congreso extraordinario "lo antes posible" en el que se combine "renovación sin perder nuestras señas de identidad".
Tras decidir hace meses volver a la UPNA "por la misma puerta por la que salí hace 19 años, sin puerta trasera ni puertas giratorias", Barcina, quien podía ostentar la presidencia de partido hasta 2017, dijo tener "claro" que no será ella quien lidere este proceso que encauza ahora UPN, para el que "se necesita un líder a tiempo completo en política, no puede ser a tiempo parcial".
Su decisión "no es una dejación de responsabilidades sino todo lo contrario. Es una decisión tomada con responsabilidad para con UPN y con Navarra", señaló una Barcina que ha asegurado que no piensa "interferir" en la decisión de quien será su sucesor porque mantendrá una "neutralidad total como corresponde".