“Sonreíd porque vamos a pelear, porque si peleamos, ganaremos”
Otegi se da un baño de masas en su Elgoibar natal con Podemos y “la casta” en el punto de mira
elgoibar - “Sonreíd porque vamos a pelear, porque si peleamos, ganaremos”. Con la reformulación de la frase que ha popularizado en los últimos años, el secretario general de Sortu, Arnaldo Otegi, regresó a su Elgoibar natal, donde protagonizó el segundo acto de su primer día en libertad. Y volvió con un baño de masas que presenció el discurso de agradecimiento que se preveía, pero que también incluyó las primeras cargas políticas de profundidad con Podemos y la casta como destinatarios para tratar de recuperar la autoestima de la izquierda abertzale.
“Algunos dicen que la nueva política está de moda. Quizá sea verdad, pero nuestros principios siempre han sido nuevos porque han ido de la mano del pueblo”, empezó Otegi a achicar el espacio electoral y social que amenaza Podemos a EH Bildu. Sin emplear ningún papel, no perdió tiempo para señalar que la izquierda abertzale “no ha sido nunca vieja, queremos un futuro nuevo para Euskal Herria”.
la puerta giratoria de la cárcel Dicen que Euskal Herria ha cambiado, pero no estoy tan seguro”, cuestionó antes de recordar el acto que en el mismo escenario le recibió hace siete años al salir de prisión. “Algunos estamos muy acostumbrados a salir de la cárcel, porque las únicas puertas giratorias de los independentistas son las cárceles españolas y francesas”, sentenció para arrancar la primera ovación de una plaza abarrotada. “Las de otros son los consejos de administración”, prosiguió Otegi, antes de recuperar un término con el que Podemos hizo fortuna y ahora olvida: “La casta a nosotros nos mete en la cárcel, será porque somos peligrosos”.
Metido de lleno en harina política, respondió a la vicepresidenta española en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría: “Que soy un terrorista peligroso, que donde mejor estoy es en la cárcel. Pues hoy a pocos días de que se cumpla el aniversario de la masacre de Vitoria le diré que he escuchado una canción de Los Chikos del Maíz que me ha gustado mucho que dice así: Terrorismo es Manuel Fraga Iribarne asesinando trabajadores en Vitoria”. En el contexto de un acto que la Audiencia Nacional ordenó vigilar a instancias de Carlos Urquijo (que “andará vigilando por ahí”), Otegi constató con ironía: “No lo digo yo, sino Los Chikos del Maíz”.
En un mitin entre gritos continuos de Independentzia y Presoak kalera, amnistia osoa, Otegi también aludió de manera indirecta a “algunas dificultades” de la izquierda abertzale y al proceso de reflexión Abian.
“Muchas cosas no han salido como esperábamos; otras sí, pero tenemos una ventaja: tenemos que actuar con lealtad”, reclamó a las bases, antes de señalar que jugarán “junto al pueblo”. Apoyado por momentos en el atril y caballo entre el euskera y el español, lanzó en este último que “hay gente que cree que la autocrítica es signo de debilidad. Pienso lo contrario: es de fortaleza y madurez política”.
“No la haremos porque lo pidan las elites de determinados partidos políticos -que están en su derecho- y mucho menos porque nos la pida la casta de Madrid. Hacemos autocrítica porque nacimos de este pueblo”, aseveró antes de considerar que “el único juez que aceptamos es este pueblo. No tenemos ningún inconveniente en decirle lo que hemos hecho bien y mal. Nos debemos a este pueblo, no somos nada sin él”.
Además de aflorar las disensiones internas, los últimos resultados electorales han dejado en el alero la moral de la izquierda abertzale y EH Bildu. “Me habían dicho que estabais bajos, pero no tiene pinta, ¿eh?”, preguntó a los simpatizantes en un acto que elevó la moral de un sector necesitado mientras llega el examen de las urnas.
“Creo que lo voy a conseguir” Junto a Otegi, ayer abandonaron la cárcel Lorentxa Guimon y Urko Labaka, a quienes recordó (“dos secuestrados menos, dos activos más”) al igual que a sus compañeros de módulo y a Rafa Diez Usabiaga, preso también por el caso Bateragune en El Dueso.
Por ellos y los cerca de 400 reos del EPPK, prometió que trabajará para que las adhesiones de la campaña Free Otegi se conviertan en reivindicaciones para liberar “a todos los presos políticos vascos. Tengo este primer deber, lo voy a intentar y creo que lo voy a conseguir”.
El exportavoz de Batasuna se alegró “sinceramente” de que la gente que “vivía con escolta, que vivía acosada, según decían ellos, de que hoy puedan vivir en paz y libertad”. A quienes dijo “llevar en el corazón” fue a los allegados de los reos que llevan “30 años haciendo la bolsa para la visita de las cárceles del Estado francés y el Estado español. El verdadero homenaje lo merecen ellos”.
Otegi anunció a través del The New York Times que concurrirá al proceso de elección del candidato de EH Bildu a lehendakari. No obstante, ante cargos de la coalición, de la izquierda abertzale, así como de Laura Mintegi, de Martin Garitano y de otros como catalanes como Anna Gabriel y David Fernández (ante quienes agradeció la “auténtica lección sobre lo que hay que hacer que nos están dando los Països Catalans”), dedicó la txapela que le impusieron en el aurresku previo “a todos aquellos que podían haber sido lehendakaris nuestros”.
“En la izquierda abertzale hay y ha habido un montón de candidatos que han sido lehendakaris en nuestros corazones”, recordó par citar a Jon Idigoras, Jokin Gorostidi, Periko Solabarria, Txomin Ziluaga e Izaskun Larreategi. “Estos y los que han peleado junto a nosotros son los lehendakaris”, dijo ante su posible candidatura para Ajuria Enea, antes de parafrasear a Santi Brouard: “En un pueblo libre, el mejor lehendakari y el mejor alcalde es el pueblo”. - J.A.
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