washington - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, echó ayer una mano al Presidente Mariano Rajoy al asegurar, ante el referéndum del 1 de octubre en Catalunya, que España “es un gran país” y que “tendría que seguir unido”. De hecho, subrayó que sería una “tontería” que Catalunya no siguiera dentro de este “bello e histórico” país. Trump se desmarcaba así de la postura oficial del Departamento de Estado de EEUU (el equivalente al Ministerio de Exteriores), que había considerado la consulta del 1-O como una “cuestión interna” de España.
“España es un gran país y tendría que seguir unido”, afirmó Trump, en una rueda de prensa conjunta en la Casa Blanca con Rajoy, tras un almuerzo de trabajo en el que repasaron las relaciones bilaterales. De hecho, dijo que Mariano Rajoy le transmitió que no se va a votar el referéndum de independencia este domingo.
Al ser preguntado si respalda la actuación del Ejecutivo español ante el proceso secesionista abierto en Catalunya, Trump aseguró que Estados Unidos tiene relaciones con España, un “gran país” que tiene que “seguir unido” como lleva “ocurriendo siglos”.
Además, afirmó que el presidente español le trasladó que “no van a votar” el domingo en Catalunya y añadió que “la gente”, en alusión a los catalanes, “se opone a eso”. “Yo por mi parte, lo único que puedo decir es que me gustaría que España siga unida”, enfatizó.
El presidente de Estados Unidos opina que, “sin duda”, los catalanes “aman su país, aman España” y no cree que se vayan a ir. Y de nuevo afirmó que él lo que quiere es “una España unida”. “Y hablo como presidente de Estados Unidos, alguien que tiene un gran respeto por su presidente y su país”, apostilló.
A su entender, el pueblo de Catalunya “tendría que quedarse en España”. “Creo que sería una tontería no hacerlo así, que sigan dentro de ese bello país, un país histórico”, exclamó el mandatario americano.
“disparate” Por su parte, el jefe del Ejecutivo recalcó que en este momento “todo el mundo sabe que no se puede celebrar” el referéndum en Catalunya y llamó al Gobierno catalán a volver “al sentido común y terminar con esta historia” que, según dijo, “lo único que hace es generar tensión” y “no aporta nada bueno” al conjunto de los ciudadanos.
Al ser preguntado si teme una declaración unilateral de independencia y qué haría su Gobierno en ese caso, Rajoy señaló que ese paso lo tendría que “tomar o no” el Parlamento catalán, pero sería “un disparate”. Por eso, defendió que no se siga adelante con el referéndum porque no hay ni junta electoral, ni papeletas ni personas en las mesas. Según el presidente del Gobierno, lo que puede haber es “alboroto” y “ruido”, pero no un “referéndum válido, democrático y con un mínimo de garantías”. Por todo ello, insistió en que lo “sensato y razonable” es volver a la legalidad y al día siguiente se produzca “el paso a una nueva etapa en la que prime el diálogo, la democracia y el sentido común”.
Mariano Rajoy agradeció a Trump el trato recibido - “nos ha colmado de atenciones”- y destacó que el objetivo de la visita es fomentar el crecimiento económico y seguir trabajando juntos. “Agradecemos mucho la posibilidad de celebrar esta reunión. Para nosotros es el segundo país donde más invertimos. Tenemos acuerdos que afectan a la humanidad, la lucha contra el terrorismo, una de nuestras prioridades, la defensa de las personas, también nuestra pertenencia a la OTAN, las bases de Rota y Morón”, indicó Rajoy. “Nuestros valores son los mismos, democracia, libertad y derechos humanos, es un placer estar aquí”, concluyó.
El presidente de Estados Unidos abundó en esa misma idea. “Hemos tenido unos fantásticos nueve primeros meses de su presidencia con España”. Con su habitual retórica, el presidente Donald Trump afirmó que España es “un sitio especial, con gente especial”, y declaró que “es un honor” tener a Mariano Rajoy en la Casa Blanca. - D.N./E.P.