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Puigdemont vuelve a jugar al gato y el ratón con su paradero

El expresident amaga con comparecer ante la Policía finlandesa, pero protagoniza un regreso relámpago a Bélgica

Puigdemont vuelve a jugar al gato y el ratón con su paraderoEFE

PAMPLONA - Además del ingreso en prisión de cinco dirigentes soberanistas, otra de las consecuencias de la escalada judicial de los últimos días contra el independentismo catalán ha sido la reactivación de las órdenes internacionales de detención de Carles Puigdemont y otros cinco huidos. La decisión adoptada el viernes por el juez del Supremo Pablo Llarena pilló a Puigdemont en Finlandia, donde había participado durante varios días en conferencias y debates para internacionalizar el procés. Algunas voces apuntaron que no se trataba de la mejor de las coyunturas para el dirigente nacionalista, ya que la legislación finlandesa le es menos favorable que la de Bélgica, donde ha establecido su residencia. Como en otras ocasiones, Puigdemont jugó ayer al despiste para ocultar su regreso relámpago al país belga mientras la Policía finlandesa le buscaba y aseguraba que estaba en paradero desconocido.

En plena resaca del ingreso en prisión de Turull, Rull, Forcadell, Bassa y Romeva, la jornada amaneció con la afirmación del abogado del expresident, Jaume Alonso, de que su defendido, al igual que hizo en su día en Bélgica, se presentaría ante la Policía de Finlandia tras recibir una orden de extradición. “En contra de lo que les encanta decir a algunos, Puigdemont no ha huido nunca de la Justicia española”, se jactó el letrado en una entrevista a Catalunya Ràdio: “Se fue cuando no estaba querellado y, cuando se cursó una euroorden contra él, se presentó ante la justicia belga”.

Mientras, la Policía y la Fiscalía finlandesas se encontraban estudiando toda la documentación enviada la noche anterior por las autoridades de España en la que solicitaban la detención y entrega del expresident catalán. El hecho de que parte de los documentos estuvieran redactados en castellano retrasó el proceso, a la espera de su traducción. Según confirmó el superintendente de los servicios de Investigación Criminal de dicho país, Hannu Kautto, se contemplaba que Puigdemont fuera detenido y su caso examinado en la Fiscalía. Algunas fuentes apuntaban a que las autoridades españolas intentaban evitar, a través de sus colegas finlandeses, que Puigdemont regresara a Bélgica. Sin embargo, éstos tuvieron que admitir poco después que el paradero del expresident, al que ya buscaban de forma activa, era desconocido.

Fue el diputado finlandés Mikko Kärnä, uno de los anfitriones de Puigdemont, el primero que desveló lo que ya todos sospechaban: el político catalán había abandonado el país nórdico en dirección a Bélgica, y lo hizo en la noche del mismo viernes. Kärnä agregó que salió de Finlandia “por medios desconocidos”. Poco después fue el propio abogado Jaume Alonso Cuevillas el que escribió en Twitter: “Confirmo que el president Puigdemont ya no está en Finlandia. Seguirá, como siempre, a disposición de la justicia belga, donde tiene fijada su residencia”. Muchos se quedaron, de nuevo, con un palmo de narices.

De forma paralela, fuentes del Gobierno suizo afirmaron que no concede la extradición por “delitos políticos”, pero recalcó que una orden internacional para detener a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, huida a dicho país, sería analizada en “profundidad”.