Albiol “entiende” el ataque a las cruces amarillas en Vic
El líder del PP catalán acusa al independentismo de provocar situaciones como la del coche que embistió los crucifijos
barcelona - El presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, aseguró ayer que es “comprensible” el incidente del domingo en Vic, en el que un coche embistió cruces amarillas que reivindicaban la libertad de los presos soberanistas, aunque matizó que no lo comparte. “Sin compartirlo, puedo llegar a entenderlo. No lo comparto pero sí que puedo entender que la gente esté harta”, dijo. Un lenguaje ambiguo del que no hace tanto acusaba a las fuerzas soberanistas catalanas y vascas cuando se referían a ciertas materias. Anteayer un coche embistió a gran velocidad las cruces amarillas que habían plantado activistas independentistas en la plaza Major de Vic para reivindicar la libertad de los dirigentes soberanistas encarcelados y de los exiliados.
Para Albiol, plantar cruces amarillas en espacios públicos es “una coacción al resto de ciudadanos” que no son independentistas, por lo que entiende que alguien pueda enfadarse y reaccionar como el conductor del coche. Así, acusó al independentismo de provocar este tipo de reacciones: “Están consiguiendo con campañas como esta que una parte de la población explote anímicamente. Y cuando alguien explota anímicamente se pueden vivir situaciones como esas”.
Víctor Martorell, el abogado del conductor, desvinculó su acción de cualquier motivación ideológica y la atribuyó a un “ataque de angustia” que sufrió cuando circulaba cerca del lugar. El letrado explicó que su cliente acudió ayer por la mañana a la comisaría de la policía local de Vic, que lo citó para interrogarlo, pero se acogió a su derecho a no declarar, entre otras cuestiones porque está muy afectado psicológicamente debido al revuelo causado por su acción. En su atestado la Guardia Urbana acusa al conductor de un delito de conducción temeraria, aunque el Ayuntamiento de Vic piensa denunciarle por incitación al odio y a la discriminación. Sin embargo, el abogado insiste en que la actuación de su cliente “no es un tema ideológico”. - E.P./Efe