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La mesa aplaza al viernes la decisión de cesar a la letrada mayor del Parlamento de Navarra

Aznárez, Geroa Bai y EH Bildu acuerdan relevar a Tajadura una vez que se resuelvan los recursos sobre la crisis del cambio de nombre de Podemos

La mesa aplaza al viernes la decisión de cesar a la letrada mayor del Parlamento de Navarra

pamplona - El Parlamento de Navarra va a cesar a Idoia Tajadura de sus funciones como letrada mayor de la Cámara el viernes de esta semana. Es la decisión que ha alcanzado la mayoría del cambio en la Mesa, que ayer celebró una sesión extraordinaria para abordar la iniciativa propuesta por Ainhoa Aznárez, presidenta del Parlamento, de relevar de su puesto al cargo técnico más importante de la Cámara, responsable de los servicios jurídicos y gerente del personal. Se pondrá así fin a una polémica relación que desde hace algo más de un año ha mantenido la presidenta del Parlamento con un cargo que es de su libre designación, y con el que paulatinamente había “perdido la confianza en su competencia profesional” -en palabras de la propia Aznárez- debido a las grandes diferencias que existían entre ambas a la hora de abordar la gestión del día a día de la Cámara, desde la relación con los trabajadores hasta la interposición de recursos judiciales o la gestión de concursos.

En un primer momento, el guión de la Mesa incluía la propuesta de cese de Tajadura para ayer mismo. Pero finalmente, Aznárez (Podemos), Unai Hualde (Geroa Bai) y Maiorga Ramirez (EH Bildu), la mayoría del cambio en una Mesa que completan Alberto Catalán y Maribel García Malo (UPN), decidió posponer el cese de Tajadura para la Mesa y Junta que tendrá lugar este viernes 3 de agosto.

zanjar recursos Ha habido, fundamentalmente, dos motivos para aplazar la decisión, algo que no era descartable a finales de la semana pasada, cuando la presidenta comunicó a la letrada que iba a ser destituida. El primero, que la propia Tajadura solicitó unos días para zanjar algunos temas pendientes y pedir su reingreso al Gobierno, donde tiene su plaza.

Y el segundo y más importante, que ayer por la mañana Aznárez no contaba con los apoyos suficientes en la Mesa para sacar adelante el cese, toda vez que EH Bildu le comunicó que iba a abstenerse. No porque el partido soberanista no estuviese de acuerdo con la decisión de Aznárez, que entienden ajustada a las competencias de la presidenta para con un cargo de libre designación. Lo que pasa es que EH Bildu considera que antes de cesar a Tajadura tenían que resolverse los dos recursos pendientes referidos al cambio de nombre de Podemos, la última gran crisis política que afectó al partido de Aznárez y que terminó involucrando al resto de fuerzas después de un polémico informe jurídico. Para desterrar la posibilidad de que alguien pensase que el motivo del cese era una especie de venganza política por el papel de los letrados de la Cámara en la crisis de la formación morada, EH Bildu condicionó su apoyo a que antes de su cese se resolviesen ambos recursos. Y la salida acordada ha sido darse de plazo hasta el viernes para, ese día, que la Junta resuelva los recursos de los críticos y los oficialistas con respecto al cambio de nombre (si se acepta o no renombrar el grupo parlamentario de Podemos como Podemos-Orain Bai, como piden los críticos) y que posteriormente la Mesa se diese por enterada del despido. Aznárez, por su parte, se esforzó ayer en deslindar la decisión de cualquier motivación política, argumentando que ninguno de los informes sobre Podemos ha sido realizado por Tajadura. Simplemente, ya no queda nada de la confianza que llevó al nombramiento en 2015. Unai Hualde entendió que el relevo de Tajadura es algo que compete exclusivamente a Aznárez. Y Maiorga Ramirez especificó que una vez que se resuelvan los recursos se estará en posición de tomar una decisión. Algo para lo que pondrán sus votos “con la misma naturalidad con la que se pusieron para que fuese elegida”.

Los únicos que votarán en contra el viernes serán los dos miembros de UPN. Pero sólo por enredar, ya que en su día, paradójicamente, se opusieron al nombramiento de Tajadura. Catalán expresó ayer que no ve “ninguna motivación ni explicación” objetiva para el cese y lo achacó a una decisión “caprichosa” de la presidenta.