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El Banco de España ya constataba que Cajasol era una entidad insolvente antes de unirse a Can en Banca Cívica

El regulador criticaba la “deficiente” gestión de Pulido, la falta de eficiencia, las maniobras contables para inflar los márgenes y la mora del 17%Consideraba en 2010 que no podía seguir en solitario

El Banco de España ya constataba que Cajasol era una entidad insolvente antes de unirse a Can en Banca Cívica

Pamplona - Cajasol se encontraba ya prácticamente quebrada en el momento de integrarse en Banca Cívica, entidad que llegó a codirigir junto a Caja Navarra. Así lo advertía el Banco de España en sus informes de 2010, en los que calificaba como deficiente la gestión de la entidad sevillana, roída por su ineficiencia, por la baja calidad de sus activos y por una morosidad disparada. Y así lo denunció ayer en el Parlamento de Navarra Koldo Martínez (Geroa Bai), quien señaló que “Cajasol fue rescatada por Caja Navarra y por todos los navarros”.

El parlamentario navarro aseguró que la integración de Cajasol en Banca Cívica podía resultar deseable para el Banco de España, en su labor de garantizar la estabilidad del sistema financiero español, pero no así “para Navarra y para Caja Navarra”, embarcada ya en una fusión con Caja Burgos y Caja Canarias que acusaba un déficit de capital destapado por los test de estrés de 2010. Ese mismo año, en diciembre, se pacta la entrada de Cajasol en Banca Cívica. Y solo unas semanas antes el Banco de España elabora un informe demoledor acerca de la salud de la entidad sevillana, presidida por el socialista Antonio Pulido, que sería conocido como el banquero de Susana Díaz.

El informe relata que ya a finales de 2009 se inicia una inspección debido a la falta de información proporcionada por la entidad sevillana respecto a su riesgo crediticio. “Todo ello -señala el texto- nos generaba una tremenda inseguridad sobre la calidad de la invasión”. El informe señala también que el plan de negocio presentado por Cajasol “se considera poco creíble” al no abordar “una verdadera y prudente reestructuración de la entidad”. El informe carga también con dureza contra los gestores de la entidad sevillana, resultado de la fusión en 2007 de las cajas de San Fernando y El Monte. “La calidad de la gestión puede calificarse de deficiente en los casi tres años que han transcurrido desde la fusión (...). Los mandos intermedios no están tensionados y presentan una productividad reducida y retribuciones muy por encima de la media”.

Pero, con ser grave lo descrito hasta ese momento -en tres años no se había completado la fusión-, el informe apunta también hacia las magnitudes básicas de la entidad, las que determinan su salud real. Y las conclusiones son claras: Cajasol está herida de muerte y no lo ha reconocido en el plan de negocio presentado al Banco de España, en el que ha dibujado números mucho más amables. “La mora real presenta cifras considerablemente superiores a las establecidas en el plan de negocio, alcanzando en 2011 en 14,2% sin tener en cuenta los adjudicados y el 17,6% si se incluyen, ratios -advierte el informe- difícilmente asumibles para cualquier entidad”.

El Banco de España considera también que la entidad había “inflado” su margen de intermediación, la virtud defendida por Enrique Goñi, director general de Caja Navarra, cuando ha explicado el porqué de la alianza con Cajasol. “Se ha efectuado un ajuste (...) donde el devengo de intereses se refleja en el margen, pero tales ingresos no están siendo efectivamente cobrados. Lo anterior produce una minoración del margen de 130 y 74 millones” para los años 2010 y 2011, continúa el Banco de España.

El informe señala asimismo que es tal la cantidad de activos dudosos y préstamos incobrables que los deterioros ascienden nada menos que a 1.541 millones de euros, “cifra considerablemente superior a los 1.377 millones de euros de core capital” que presenta la entidad sevillana. Por todo ello, el Banco de España consideraba en otoño de 2010 que “no se dan las condiciones ni las suficientes garantías para afrontar en solitario los dos próximos ejercicios”, por lo que se mantiene la calificación de la entidad como “de muy conveniente integración”.

Koldo Martínez recordaba que su formación había sido criticada por decir que Caja Navarra se fusionó con una entidad al borde de la quiebra. “El Banco de España ratificó esto al decir que no le quedaban más de dos años de vida. ¿No conocía Enrique Goñi estos informes o los conocía y los silenció”, se preguntó Martínez. Barcina aseguró no tener constancia de ellos. “Si me llega algo similar de Can, habrían saltado las alarmas”, admitió.