- De la mano del debate presupuestario está el fiscal. El Gobierno, en su camino para sacar adelante las Cuentas de 2021, tiene que llevar una propuesta al Parlamento con una justificación de ingresos que ha de contar con el visto bueno de los grupos. Lo aprobado la semana pasada por el Ejecutivo da algunas pistas, pero el trámite parlamentario está a punto de comenzar y augura posibles cambios. La sensación general es que el panorama no se moverá demasiado: la mala coyuntura económica no permite grandes subidas de impuestos, pero la caída en la recaudación tampoco puede desviar al Gobierno de tratar de optimizar cada euro.

Las posiciones más interesantes las pusieron encima de la mesa Geroa Bai y EH Bildu. María Solana apuntó que “quienes opinan que no es suficientemente ambiciosa, la completarán por la vía de enmiendas que después habrán de debatirse, y ese será le proyecto para aplicar a esta Comunidad”. Fue, de alguna manera, un intento por poner algo de cordura en un debate que algunos grupos parecen querer cerrar sin haber abordado todavía.

Está claro que las mayores discrepancias entre el Gobierno y EH Bildu vienen por la propuesta fiscal. “Es evidente que el modelo fiscal que defiende EH Bildu está lejos de lo que ha planteado el Gobierno de Navarra”. “Sí vemos algún gesto en la dirección que venimos trabajando, pero es evidente que el Gobierno de Navarra ha hecho una elección que es la de no mover demasiadas cosas. Nosotros teníamos otro planteamiento y el Gobierno ha puesto encima una propuesta que se nos queda corta”, aseguró. Eso no quita para que se pueda llegar a un acuerdo, incluso pronto, también coincidiendo con el acuerdo presupuestario.

Por su parte, el portavoz de Podemos, Mikel Buil, reconoció que su grupo no ve recogidas sus “aspiraciones” en la propuesta fiscal del Gobierno, que calificó como “anodina”, y señaló que es “continuista”. Una línea similar mantuvo Marisa de Simón, de I-E, que dijo no compartir con el Gobierno “la negativa a abordar una reforma fiscal para gravar los grandes beneficios empresariales y la riqueza en estos momentos de extrema necesidad. No todo debe ser deuda”.

Y muestra de que la negociación es un tren que se le ha escapado a Esparza son sus declaraciones. En lugar de hacer una valoración propia, el portavoz de la derecha simplemente cuestionó que las propuestas vayan a agradar a EH Bildu, dando por sentado prácticamente que el acuerdo vendrá de la mano de los soberanistas.