Los líderes de los países mediterráneos de la Unión Europea (UE) mostraron ayer en Atenas su preocupación por la situación en Afganistán y pidieron a las nuevas autoridades de ese país, los talibanes, que permitan la entrada de actores humanitarios y respeten los derechos humanos. “Llamamos al liderazgo afgano a que coopere completamente con los donantes internacionales y las agencias de la ONU y a que permita el acceso sin trabas de los activistas humanitarios a todas las zonas del país”, resaltaron en la declaración de la octava cumbre de los países del sur de Europa. Los líderes del llamado Med9 -formado por los tradicionales Francia, Italia, España, Portugal, Grecia, Chipre y Malta, a los que por primera vez se sumaron Eslovenia y Croacia-, pidieron al liderazgo talibán que “respete los derechos humanos y la ley humanitaria internacional”.

Los países de la Europa del sur hicieron hincapié en la importancia de cooperar con los países vecinos de Afganistán para controlar los flujos migratorios y resaltaron que la UE debe jugar un papel importante en el fortalecimiento de estas relaciones y en la prevención del tráfico de personas. “Además, continuamos comprometidos con mejorar la capacidad de la UE como proveedor de seguridad global. Apoyamos los esfuerzos en marcha para solucionar la crisis en Afganistán, incluyendo la iniciativa promovida por la presidencia italiana del G20”, subrayaron.

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, que acogió el evento en esta ocasión, destacó que ahora mas que nunca hay que hacer frente a la instrumentalización de los flujos migratorios y erradicar el tráfico de personas. “Por eso tenemos que apoyar a los países cercanos a Afganistán, como Turquía y otros países vecinos, y a los refugiados, para que se queden en esos países. No permitiremos que se repitan los flujos migratorios descontrolados como los que vivimos en 2015”, dijo Mitsotakis. Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, mencionó que durante la cumbre se discutió la importancia de colaborar en la creación de sectores estratégicos económicos en materia de defensa, así como en el refuerzo de la soberanía europea para poder hacer frente a las amenazas “en el vecindario”.