- Diez años después del fin de la violencia de ETA, el Foro Social Permanente considera que los "desacuerdos" en la batalla del relato "no deben hacer perder la perspectiva de "lo mucho que se ha avanzado desde entonces" y defiende que los "ongi etorri" deben remitirse al "espacio privado" y están "en vías de solución".

Agus Hernán, coordinador del Foro Social, recuerda en una entrevista con EFE que esta organización, integrada por 17 entidades entre sindicatos y diferentes asociaciones que trabajan en favor de lo que denomina "reconstrucción de la paz" en Navarra y la CAV, expuso en julio de 2019 su postura al respecto tras la polémica generada por los recibimientos públicos que se realizaron en julio de ese año a José Javier Zabaleta, Baldo, en Hernani, y a Xabier Ugarte, condenado por el secuestro de José Antonio Ortega Lara, en Oñati.

En ese momento, el Foro Social, la entidad que ha cogido el testigo de otras como Lokarri en la labor de impulso de la "normalización" en Euskadi, recomendó en un documento que los recibimientos "se desarrollen en espacios cerrados" y que se reconozca al mismo tiempo el "sufrimiento de los familiares" de los presos de ETA.

Hernán incide en que "no puede ser objeto de debate" que las víctimas de ETA "tienen derecho a no ser revictimizadas" pero remarca que "los presos tienen también su derecho a reencontrarse con sus familiares".

Asegura que los datos corroboran la afirmación de que los recibimientos están en "vías de solución", ya que en 2020 hubo "28 excarcelaciones y 7 ongi etorri" mientras, a 31 de agosto de 2021, "25 presos de ETA han salido de prisión y se han realizado dos recibimientos", uno en Francia y el otro, el pasado 23 de agosto, en el barrio bilbaíno de Santutxu. Un acto que "sorprendió" al Foro Social, reconoce Hernán.

Además, ha detectado "en todos los actores políticos y sindicales" que hay "voluntad de dar solución a esta cuestión".

Por ello rechaza la ley que prepara el Ministerio del Interior destinada a prohibir estas manifestaciones ya que supondría una "judicialización" que va a generar "más polémica" sobre un "asunto que ya se está solucionando".

Una década después de aquel 20 de octubre de 2011, Hernán afirma que siente una sensación "paradójica" y "agridulce" porque el "debate político es crispado y puede hacer pensar que la situación es peor cuando es evidente que es muchísimo mejor".

En este sentido resalta la necesidad de avanzar hacia un debate más "sosegado y fuera de los micrófonos" en relación a lo que se ha denominado "batalla del relato", un tema sobre el que -asegura- se han "repetido los mismos argumentos durante años".

"Está demostrado que tras un conflicto es muy difícil llegar a un relato único, y no hablo de dos, sino de múltiples relatos porque en este tema no solo funciona la razón sino los sentimientos, y mucha gente ha sufrido mucho", asegura.

Pero "si se realiza una radiografía de todo lo que se ha avanzado se ve que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa", remarca.

A su juicio, no extraer este debate del foco mediático podría acarrear un "hartazgo" en la sociedad y que "se pase página demasiado pronto".

"Hay que transmitir a la juventud una cultura de derechos humanos, de diálogo y de paz, pero hay que hacerlo desde el sosiego y la tranquilidad. Ahora estamos transmitiendo crispación", remarca.

Preguntado sobre el reconocimiento por parte de ETA de que matar estuvo mal señala que "este es un debate que se vive con mucha intensidad" en el País Vasco, pero "los expertos" en procesos de paz consideran que se "necesita tiempo".

"Hay que esperar dos generaciones para que esa cultura se imponga", afirma.

En este terreno "hay que dar pasos" y es "importante" que "todos los autores, de forma autocrítica, reconozcan" el daño causado, señala Hernán, que incluye en ese grupo a quienes "tienen responsabilidad en la tortura, responsabilidad en la violencia, en las muertes, responsabilidad en inducir".

"Sería importante que se diera ese paso pero las condiciones no están dadas", afirma.

En el espacio del "reconocimiento", del "por qué" de la violencia "las diferencias son notables", por eso "no habrá un relato sino múltiples", considera.

De cara al futuro, Hernán pide que se aceleren los acercamientos de presos a cárceles del País Vasco y Navarra hasta que la totalidad de los reclusos esté en prisiones de estas comunidades autónomas, y critica que los "huidos" y "deportados" de la banda, unos 34, están en un "limbo legal" y no figuran "en la agenda política".

Hernán incide en el "derecho de todas las víctimas a la verdad, justicia y reparación", un asunto en el que se ha avanzado -asegura- aunque "todavía hay víctimas que se sienten discriminadas" en alusión a las provocadas por el GAL o por abusos policiales.

7

Hernán aboga por que los ongi etorris se remitan al ámbito privado para no "revictimizar" a las víctimas de ETA, pero recuerda que en 2020, de 28 excarcelaciones, se hicieron 7 ongi etorris. Y, en lo que va de año, de 25 excarcelaciones se han hecho dos.

El portavoz del Foro Social cree que mientras haya víctimas que se sientan "discriminadas" será difícil cerrar la página de ETA.