El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo ayer que la energía nuclear no es sostenible y que su uso no es económicamente sensato a propósito de la propuesta de la Comisión Europea para considerar sostenibles las inversiones en ese recurso. “El uso de la energía nuclear no es sostenible ni económicamente sensato”, dijo Scholz a una pregunta en la cámara baja del Parlamento alemán de la ultraderechista AfD.

“Sabemos que las centrales no funcionan permanentemente y que tienen interrupciones constantes. Hay problemas como el de los desechos radioactivos cuya solución no está clara y enormes problemas de seguridad”, agregó.

Por eso, siguió Scholz, Alemania tomó la decisión de abandonar la energía nuclear y ha seguido el camino de impulsar el uso de las renovables. “Ese es el camino correcto”, aseguró el canciller.

La Oficina Federal para la Seguridad de Desechos Nucleares (BASE), organismo oficial que asesora al Ministerio de Medioambiente alemán, también rechazó la propuesta de la CE de calificar la energía atómica como energía sostenible y asegura que se trata de una tecnología de alto riesgo.

“Desde el punto de vista técnico la clasificación de la energía nuclear como energía sostenible no puede defenderse”, dijo el presidente de BASE, Wolfram König, en una toma de posición de la entidad publicada ayer. “La energía atómica es una tecnología de alto riesgo, genera desechos e implica el peligro del que el material radioactivo se use para fines terroristas o militares”, dice.

König, además, advierte, que con el uso de la energía atómica se genera una carga a las futuras generaciones que no es compatible con el ideal de una justicia generacional.

La propuesta de la Comisión Europea, según la oficina alemán, está basada en un informe del Joint Research Center de la UE de marzo de 2021. Los expertos de BASE habían analizado ese informe en un informe de junio de 2021 y habían llegado a la conclusión de que se consideraban de manera insuficiente las repercusiones del uso de la energía atómica, que es problemático desde el punto de vista metodológico y que incurre en simplificaciones. Esos problemas también afectan a la propuesta de Bruselas.

En un comunicado BASE recuerda que las normas de seguridad actuales para las centrales nucleares deben prevenir accidentes graves y reducir sus consecuencias pero no pueden descartarlos por completo.

Un accidente puede generar graves consecuencias para el medioambiente, más allá de las fronteras nacionales, que pueden llevar a grandes riesgos para la vida y la salud en la Unión Europea así y además pueden tener fuertes repercusiones económicas y psicosociales.

Por otra parte, señala que una prolongación del uso de las centrales atómicas existentes, concebidas para una vida de entre 30 y 40 años, requerirían remodelaciones parcialmente. Además el deterioro de los materiales deja abierta la pregunta acerca de si las centrales podrían adaptarse a los estándares de seguridad actuales. Otro punto crítico es que en muchos estados de la UE la responsabilidad de los operadores frente a accidentes nucleares es limitada a sumas que no alcanzarían a cubrir los daños.

Ucrania

Macron destacó que Europa está presente en el conflicto de Ucrania, a través del llamado “formato Normandía” en el que, junto a Alemania, Francia actúa como garante, y aseguró que rinden cuentas a sus socios en los diferentes Consejos Europeos. Así, justificó la ausencia de los europeos en la cumbre entre Estados Unidos y Rusia.

Seguridad

El presidente francés aprovechó para reclamar que se profundice en la construcción de una “arquitectura de seguridad europea” que, una vez establecida, debe dialogar con la OTAN y con sus vecinos, en particular Rusia.

Cooperación

También subrayó la creciente cooperación europea en escenarios como Mali, donde la implicación militar francesa ha ido dando paso a una europea “inédita” que comparte visión con los organismos regionales a la hora de mantener las exigencias a la Junta militar del país.