El Partido Popular apuesta por repetir la coalición electoral con UPN para las próximas elecciones municipales y autonómicas en Navarra. Pero lo hace con algunas condiciones. La dirección de Génova aboga por un acuerdo que excluya a Ciudadanos, diluido en las últimas convocatorias electorales y sin apenas estructura en Navarra, pero que integre a la plataforma de Sergio Sayas y Carlos García Adanero. La decisión final en cualquier caso no está tomada, y queda para después de septiembre una vez se formalice el congreso del PP en Navarra, del que saldrá una nueva dirección regional. De momento no hay candidatos.

Aclarado el panorama en los distintos focos que ha tenido que atender la nueva ejecutiva de Alberto Núñez Feijóo –el relevo en la Xunta, el reparto de responsabilidades en la nueva dirección nacional, el congreso del PP en Madrid y las elecciones andaluzas–, llega el momento de analizar el resto del mapa electoral. Un ciclo político que tiene su siguiente objetivo en las elecciones municipales y autonómicas de mayo, paso previo a las generales previstas para finales de 2023. Y que el PP encara con las encuestas de cara y grandes expectativas electorales.

Antes sin embargo hay que desatar algunos nudos, entre ellos el de Navarra, donde PP y UPN históricamente han concurrido en coalición. Según avanzaba este martes en su edición nacional el diario El Mundo, citando a fuentes de la ejecutiva del PP, el tema está ya en la mesa de la dirección nacional, en concreto en manos de los máximo responsables del aparato orgánico: Elías Bendodo, coordinador general del PP, y Miguel Tellado, vicesecretario de organización. Y el punto de partida es reeditar la coalición, pero sin Ciudadanos y con la plataforma de Sayas y Adanero.

La propuesta tiene cierta lógica política. El PP fue un convidado de piedra en Navarra Suma, coalición formada por UPN y Ciudadanos a la que se sumó sin margen de negociación. El resultado fue una representación muy menor. Solo dos de los 20 parlamentarios son del PP, por tres de Ciudadanos y 15 de UPN.

Un PP al alza en España

Pero el escenario actual es muy diferente. Los populares prácticamente han fagocitado a los naranjas en las últimas elecciones andaluzas, algo que según las encuestas se repetirá también en las próximas elecciones generales, en las que Feijóo se ha convertido en la única referencia electoral del centro derecha. El PP se siente fuerte y en crecimiento y, así lo interpretan también en el partido en Navarra, debe asumir el espacio que en Navarra Suma le corresponde a Ciudadanos. Es decir, cinco de 20, por lo menos, y algunos en los primeros puestos.

Feijóo juega con la ventaja de que esta vez la coalición le urge más a UPN que al PP, que cuenta con la alternativa de Sayas y Adanero

El acuerdo en cualquier caso debe abarcar otros aspectos también importantes. Es el caso de la sigla (si se concurre como Navarra Suma, como UPN-PP o solo con las siglas regionalistas con los populares como independientes, como ocurría hasta 2011). Pero también la financiación y, sobre todo, el reflejo que la alianza tendrá en las elecciones generales. La derecha cuenta actualmente con dos diputados y los dos son (o eran) de UPN. Así que es probable que el PP quiera al menos uno de los dos o, en su caso, garantías de que los diputados no romperán la estrategia política del partido, como ocurrió con la reforma laboral, finalmente frustrada por la indisciplina de Sayas y Adanero.

La nueva plataforma Los dos diputados son precisamente la principal novedad en el histórico equilibrio de poder dentro de la derecha de Navarra. La plataforma está todavía en una fase muy inicial y ni siquiera ha confirmado que vaya a concurrir a las elecciones. Pero su mera presencia, y la buena prensa que los dos diputados tienen en el ámbito mediático de la derecha en Madrid, les hacen especialmente atractivos para el PP.

De hecho, la plataforma cuenta con las simpatías de una parte importante de la derecha navarra, aquella precisamente más cercana al PP, que respalda la línea de oposición dura contra Pedro Sánchez y desconfía de cualquier acercamiento de UPN al PSOE en las actuales circunstancias. Así que no sería fácil de explicar para Feijóo una alianza que deje fuera a Sayas y Adanero, que podrían tratar de ocupar el espacio que pudiera dejar el PP si se alía en solitario con UPN.

Pero hay un segundo factor que invita a los populares a coquetear con la plataforma. El PP siempre ha sido el socio menor de UPN en Navarra, tratado muchas veces con desconsideración e incluso con desprecio. Los militantes del PPN nunca se han sentido valorados por su socio electoral, y una alianza con Sayas y Adanero puede ser la oportunidad de consolidar el espacio político que desde hace años está buscando el partido en Navarra, a partir del cuál arrebatar a medio plazo la hegemonía a UPN.

No es el escenario más probable, pero sí un argumento de peso para llevar a Javier Esparza a un diálogo en posición de debilidad. Por primera vez en muchos años el PP tiene un alternativa en Navarra, y esa es una buena baza con la que acudir a la mesa de negociación. UPN nunca aceptará una alianza que incluya a los dos diputados expulsados del partido, no al menos mientras Esparza sea el presidente del partido. Pero tampoco puede permitirse una alternativa a su derecha que pueda rivalizar con garantías en unas elecciones. Las cartas están ya repartidas y la partida no hecho más que comenzar.