El presidente catalán, Pere Aragonès, ha admitido que no ve posible un referéndum de autodeterminación acordado a corto plazo, porque sería "engañar a la ciudadanía", más aún cuando el Estado "entra en una dinámica preelectoral", aunque ha confiando en acuerdos concretos sobre la "desjudicialización".

"Yo engañaría a la ciudadanía si digo que en tres meses tendremos reconocido un referéndum. Ahora, el objetivo está centrado en la desjudicialización y el fin de la represión. Vamos a destinar los próximos meses a esta carpeta y después ya afrontaremos el resto de carpetas, como la relación entre Cataluña y España", ha dicho.

En una entrevista con TV3, ha recalcado que si él dijera que "es posible en una semana o un mes" un referéndum pactado, "no estaríamos dando la información adecuada", porque "un proceso de negociación necesita tiempo, y el independentismo se debe fortalecer más y generar consensos en la sociedad catalana".

Además, ha recordado que "el Estado ha entrado en dinámica preelectoral y sabemos que, cuando hay elecciones, al Estado le cuesta mucho más entrar en un proceso de negociación"; pero sí ha confiado en que "hay tres meses para trabajar" en acuerdos "efectivos" relativos a la desjudicialización.

Entre esos posibles acuerdos, ha apostado por reformas legislativas y cambios en una legislación penal "que está pensada para perseguir ideas políticas". "Se debe reformar para que los resultados se parezcan al máximo a una amnistía", ha señalado.

Y es que Aragonès ha apuntado que el independentismo debe "aprovechar" su "capacidad de incidencia" actual en el Congreso; aunque ha avisado de que si cambian las mayorías en la Cámara o "el nombre del partido o la persona" al frente de la Moncloa, su Govern no dejará de reivindicar "la amnistía y el referéndum", si bien ha admitido que un Gobierno PP-Vox sería "absolutamente perjudicial".

Pide a la ANC que deje atrás los "reproches" en la Diada

Por otro lado Aragonès ha aconsejado a la Asamblea Nacional Catalana (ANC) que en su manifestación de la Diada, a la que él no asistirá, se dejen atrás los "reproches" hacia el Govern y el propio independentismo y se ponga el foco de presión en las instituciones del Estado.

Ha justificado su anuncio de no asistir a la manifestación independentista de la ANC, lo que le ha valido duras críticas de esa entidad: "Yo participaré en muchos actos de la Diada. No participaré en uno concreto, pero la Diada es plural y diversa".

Asimismo, Aragonès ha asegurado que no entendería que, en el contexto actual de próximas crisis económica y energética, JxCat decidiera "no asumir sus responsabilidades" de gobierno y no siguiera "al pie del cañón", y abandonara finalmente el Ejecutivo de coalición.

Se ha referido así a la crisis de relaciones entre los dos socios de coalición, ERC y JxCat, después del ultimátum de esta última formación para que el Govern cambie su estrategia en relación al proceso independentista antes de finales de septiembre.

El president ha afirmado que la ciudadanía catalana "nos pide que todo el mundo siga asumiendo sus responsabilidades, que son muy importantes en el gobierno de Cataluña en un momento en que, más allá de matices o divergencias estratégicas sobre cómo conseguimos la independencia, en muchos otros ámbitos debemos seguir trabajando y al pie del cañón".