El Gobierno de Navarra trabaja en una “deducción extraordinaria para las rentas menores de 32.000 euros” que compense los efectos de la inflación. El acuerdo fue alcanzado antes de verano por la mayoría parlamentaria y aguarda a que Hacienda cuantifique el coste y concrete la medida.

No habrá sin embargo una deflactación general de la tarifa del IRPF como reclama Navarra Suma. La mayoría que sostiene la Ejecutivo foral –PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Poemos– votó en contra de la propuesta debatida ayer, que solo sumó el voto de Izquierda-Ezkerra.

“El Gobierno debiera haber tomado esta medida hace tiempo”, reclamó ayer en defensa de la moción la parlamentaria de Navarra Suma María Jesús Valdemoros. Que atribuyó le negativa a tomar esta decisión, que ya se ha aprobado en la CAV, a las “ataduras con partidos”, a la “falta de valentía” o al “desconocimiento de lo que pasa en la calle”. “No deflactar supone que los ciudadanos tienen que dedicar más proporción de su renta a pagar impuestos en detrimento de las necesidades básicas, que hoy son más caras; a mi me resulta antisocial”, se quejó.

Navarra Suma solo tuvo el apoyo de Marisa de Simón, de Izquierda-Ezkerra, que señaló que “la situación es excepcional, drástica” y consideró que la deflactación es “una necesidad urgente”. El resto de grupos votó en contra. “Navarra Suma pide que se actúe sobre las medidas fiscales luego vota en contra de las que se ponen en marcha”, señaló Ainhoa Unzu, que recordó que el Ejecutivo trabaja ya en sus propias propuestas fiscales.

Por parte de Geroa Bai Mikel Asiain criticó que UPN proponga ahora lo que no hizo cuando gobernaba en la crisis anterior, y trasladó a Valdemoros que su por mucho que repita “su teoría”, ésta no “llega a cuajar”. Adolo Araiz, de EH Bildu, recordó que la deflactación “no afecta” a las rentas más bajas y que es una “medida regresiva”. “Hay que implementar otras políticas, también en el ámbito fiscal”, reclamó. Finalmente, Mikel Buil, de Podemos, abogó por “redirigir la ayuda donde más hace falta”.