La asamblea nacional de Eusko Alkartasuna celebrada ayer en Vitoria acordó suspender los acuerdos alcanzados el pasado lunes por la asamblea territorial que tuvo lugar en Leitza, imponiendo así sus candidatos en la lista de EH Bildu al Parlamento de Navarra. Una decisión que el sector crítico califica de “dictatorial” y de “injerencia antidemocrática” en el ambito de decisión de Navarra, y que profundiza en la crisis interna del partido a escasos meses de las elecciones.

El de ayer fue otro capítulo más de un enfrentamiento que hace tiempo superó el punto de no retorno, y que amenaza ya a la propia EH Bildu, a quien los críticos reclaman que tome definitivamente partido y garantice el respeto a la voluntad mayoritaria de la afiliación. Hasta ahora, los responsables de la coalición soberanista han evitado hacer valoraciones argumentando que la crisis es una cuestión interna de EA.

El problema es que la situación lleva ya mucho tiempo enquistada. Por un lado, la dirección de Eba Blanco ha aprovechado los últimos procesos congresuales para reafirmar su control del partido, modificando los estatutos a su medida hasta el punto de suprimir cualquier capacidad de decisión directa de los afiliados en Navarra. Y aunque la crisis afecta al conjunto del partido, es en la Comunidad Foral donde más evidente se hace la imposición de criterio por parte de una dirección que carece de apoyo de las bases en el territorio.

Los candidatos vetados

El pasado lunes, por sorpresa y pese a que el sector oficial tiene mayoría en la asamblea territorial –solo tienen derecho a voto 14 afiliados y 8 son afines a la dirección–, los críticos lograron una victoria simbólica con la elección de Iñaki Esnal como presidente del órgano interno. En la cita también se aprobó la propuesta de candidatos que deben representar a EA en la lista de EH Bildu al Parlamento, todos ellos vinculados con el sector crítico. Son Maiorga Ramirez, Pello Gurbindo y María José Mangado.

La dirección de EA sin embargo negó cualquier legitimidad a estos acuerdos, ya que considera que la asamblea nacional decide las listas electorales, y que la opinión de las bases no es vinculante. Así que ayer continuó con el plan previsto. De forma mayoritaria –el sector crítico no participó en el último congreso y por lo tanto tiene presencia residual en la asamblea nacional–, el principal órgano de EA acordó en Vitoria los nombres que irán en la lista al Parlamento en una cónclave sin apenas representación de afiliados de Navarra.

Se trata de Xebe Txoperena, que ya salió derrotado en la asamblea de Leitza y que en la votación para elegir al coordinador del partido en Bortziriak logró un voto. En los primeros puestos de EH Bildu también irán Mikel Martínez Barranco, Andone Salbarregi y Koldo Erkizia.

Expedientes disciplinarios

La asamblea nacional no solo acordó dejar sin efecto los acuerdos tomados por la mayoría de la asamblea territorial, sino que también amenazó con la apertura de un expediente disciplinario a los 44 afiliados del sector crítico que participaron en la asamblea del lunes, que se impusieron a los seis del sector oficial.

Entre quienes podrían ser objeto de expulsión del partido se encuentra el propio Carlos Garaikoetxea, fundador del partido y exlehendakari, y un histórico como Koldo Amezketa.

Una situación que añade si cabe mayor confusión jurídica a los órganos de EA. Porque el sector crítico sigue dando por válido el resultado y estudia la celebración de una nueva asamblea territorial, abierta a toda la afiliación, para poner de manifiesto la falta de apoyos que tienen los candidatos elegidos.

La disputa por lo tanto permanece abierta, aunque por ahora se limita solo a la lista al Parlamento, ya que en los ayuntamientos la integración del sector crítico se está haciendo sin mayores dificultades, sobre todo en aquellos lugares donde EA tiene más arraigo y cuenta con militancia activa.

Esnal: “La situación es de extrema gravedad y sus consecuencias son imprevisibles”

El sector crítico de EA, mayoritario en Navarra, denunció ayer las “injerencias antidemocráticas externas” que está cometiendo la dirección del partido y advirtió de la “extrema gravedad” de la situación, que afecta ya a EH Bildu.

Un grupo de afiliados, encabezado por Iñaki Esnal, que el pasado lunes fue elegido presidente de la asamblea territorial, compareció ayer para denunciar la falta de respecto a la voluntad de la afiliación. Lo hizo unas horas antes de que la asamblea nacional, controlada por el sector oficial, acordara en Vitoria dejar sin efecto los acuerdos alcanzados en Navarra y aprobar los candidatos que representarán a EA en la lista de EH Bildu al Parlamento. 

“Con esta decisión Eba Blanco asume de forma clara que no tiene el apoyo de la afiliación de EA”, denunció Esnal, que acusó a la responsable del partido de actuar “de manera dictatorial”. “Como no le gusta el resultado, impone su criterio por encima de la libre decisión democrática de Navarra”, argumentó.

A juicio de los críticos, “la situación es de extrema gravedad” y sus consecuencias son “imprevisibles”. “La legalidad de la dirección nacional está pendiente de resolución judicial y, entre tanto, pretende imponer personas que no aportan ni representan el acervo y trabajo diario de la afiliación de Navarra en las listas al Parlamento”, señaló Esnal, que advierte de que esta actuación “a quien de forma más directa perjudica es a EH Bildu” y a sus opciones de convertirse “en alternativa real de Gobierno”.

“La irresponsabilidad de Eba Blanco, XebeTxoperena y Nerea Gartzia no hace sino mermar la credibilidad política de la coalición EH Bildu, que proclama a los cuatro vientos el respeto al ámbito de decisión de Navarra”, afirmó Esnal, para quien esta situación resulta “absolutamente inasumible”. Por ello, reclama a EH Bildu que “reafirme el compromiso con el derecho de decisión de Navarra” y no avale “injerencias antidemocráticas externas a Navarra”.