El PSN sale a la carrera electoral y lo hace a por todas. Los socialistas aspiran a reeditar la presidencia del Gobierno con María Chivite, a superar a UPN como primera fuerza en Navarra y a hacerse con alcaldías importantes, incluida la de Pamplona. “Vamos a liderar gobiernos progresistas y habrá que preguntar a otras fuerzas si van a apoyar esos gobiernos progresistas”, apuntó ayer su secretario de Organización y portavoz Ramón Alzórriz, tras a ser preguntado si su partido estaría dispuesto a apoyar a sus socios de Gobierno allí donde estos tengan más votos que el PSN.

Pero ese es un escenario que los socialistas no se quieren plantear, porque la respuesta hasta ahora ha sido negativa y eso ha generado desconfianza y malestar en los partidos que han venido respaldando el Ejecutivo de Chivite. Tanto Geroa Bai como EH Bildu reclaman al PSN que apueste por mayorías progresistas también en los ayuntamientos, y que lo haga públicamente. Hace cuatro años los socialistas facilitaron muchas alcaldías a Navarra Suma por no apoyar a la candidatura progresista con más votos.

Un escenario que se pude repetir otra vez, con Pamplona como eje del debate, donde el PSN previsiblemente volverá a tener la llave de la alcaldía. Y que los socialistas tratan de esquivar por elevación. “El PSN vive un momento histórico porque está en condiciones de conseguir la presidencia del Gobierno de Navarra e importantes alcaldías, entre ellas la del Ayuntamiento de Pamplona”, enfatizó ayer Alzórriz.

Los socialistas incluso hicieron pública ayer una encuesta propia que les da siete concejales, uno menos que UPN y los mismos que EH Bildu. El escenario ideal para que sus actuales socios del Gobierno les den el apoyo en la capital. Y que sirve como argumento para zanjar la pregunta incómoda que va a planear durante la campaña. “En Pamplona o volvemos al pasado con Joseba Asirón o miramos al futuro con Elma Saiz”, defendió Alzórriz, que considera que, según sus datos, Pamplona está en disposición de “no tener ni una alcaldía nacionalista ni de derechas”.

La derecha es pasado

El PSN sostiene además que, tal y como están las cosas en Navarra, “no hay alternativa al Gobierno de María Chivite” y que la derecha es el símbolo de “un pasado que ya no volverá” a la Comunidad Foral. “Está en descomposición, más preocupada por sus guerras internas que por los problemas de la ciudadanía navarra”, apuntó Alzórriz consideró que la única alternativa “al pasado de la derecha, de los recortes de derechos y libertades” es un “Gobierno progresista y de izquierdas liderado por María Chivite”.

Alzórriz fue especialmente duro con el presidente de UPN, Javier Esparza, que “solo aspira a no darse el mayor batacazo de la historia de UPN”. “Es un profeta del desastre que nunca llega ni llegará mientras gobernemos esta tierra los socialistas”, defendió el número dos de los socialistas navarros, para quien “UPN no solo muestra su desintegración cada día, sino que mantiene un deterioro importante”. “La ciudadanía navarra decidirá, pero estamos convencidos de que apostará por un gobierno progresista y de izquierdas, liderado por María Chivite”, confió.

Encuesta del PSN

  • Pamplona. El PSN dijo ayer que cuenta con una encuesta según la cual UPN obtendría 8 ediles representantes en el Consistorio pamplonés, el PSN 7, igual que EH Bildu, 2 Geroa Bai, 2 también el PPN y 1 Contigo Zurekin. Actualmente, Navarra Suma lidera el Consistorio con 13 concejales (11 por parte de UPN), EH Bildu tiene 7, PSN 5 y Geroa Bai 2.