Navarra encara una nueva campaña con las elecciones forales y municipales en el horizonte. El próximo 28 de mayo se deciden el Parlamento foral, del que saldrá el nuevo Gobierno, y los ayuntamientos. Una nueva carrera hacia las urnas que arranca este jueves por la tarde en medio de la resaca copera –todos los partidos con más o menos tino han aprovechado la oportunidad de vincular su imagen a la de Osasuna–, y con los posibles acuerdos postelectorales, una vez más, como eje del debate.

Porque más allá del resultado final, y con la excepción de algunos municipios concretos, no habrá mayorías absolutas y habrá que negociar y pactar para poder formar tanto el Gobierno de Navarra como los equipos de gobierno municipales. Es precisamente en este último ámbito donde se va a situar buena parte de la campaña electoral, y donde a día de hoy más abierto parece el panorama.

Todo está por decidir y nada se puede dar por sentado todavía. Pero la actual mayoría de Gobierno se juega la reelección con perspectivas de continuidad. Queda por ver con qué equilibrios de fuerzas. Ser segunda fuerza, por detrás de UPN, puede volver a ser determinante para lograr la presidencia del Gobierno –algo a lo que aspiran tanto María Chivite como Uxue Barkos–, de la misma forma que tener más o menos escaños garantiza más o menos peso en las decisiones del Gobierno, ya sea desde dentro del Ejecutivo, en la última legislatura formado por PSN, Geroa Bai y Podemos, o desde el Parlamento de Navarra, como ha hecho EH Bildu estos últimos cuatro años.

El resultado de la ruptura de Navarra Suma es otra de las claves de estas elecciones. UPN y PP se disputan un espacio al que aspiran también Vox y Ciudadanos, y que históricamente siempre ha caído del lado regionalista con una proporción de cinco a uno. Los populares sin embargo aspiran a equilibrar la balanza para convertirse en una alternativa real para la derecha navarra.

Algo importante también de cara a las elecciones generales de finales de año. Un buen resultado permitiría al PP ir en solitario, con Feijóo de candidato en un contexto estatal mucho más favorable que para UPN, que podría encarar un panorama difícil si no consolida su hegemonía en la derecha. En el escenario contrario, los populares se podrían ver obligados a volver a la órbita de UPN en las condiciones que le pueda fijar el partido de Javier Esparza. Cuyo liderazgo, por cierto, es otra de las cuestiones que se va a poner en juego en estas elecciones.

Pamplona como síntoma

Con todo, las miradas van a estar puestas fundamentalmente en los ayuntamientos. En especial en Pamplona, eje del debate político en esta precampaña. Más allá del reparto de ediles que pueda haber el 28-M es improbable una mayoría absoluta, lo que obligará a buscar acuerdos para decidir alcaldía. Y ahí seguramente el PSN volverá a tener la llave.

Un debate que los socialistas han intentado esquivar generando la sensación de que pueden ser segunda fuerza y competir por la alcaldía, de forma que tengan que ser los demás quienes les ofrezcan sus votos para evitar una alcaldía de UPN. Sin embargo, la pregunta que estos días han venido haciendo los aliados del PSN en el Gobierno, qué harán los socialistas si sus votos son determinantes para decidir la vara de mando, sigue sin respuesta. Es más, cuando los socialistas han querido concretar, lo han hecho para fijar un marco como el de 2019, cuando su rechazo a votar a otros candidatos progresistas facilitó importantes alcaldías a Navarra Suma.

Pero la duda sigue en el aire y volverá a centrar la campaña y, también, todo el proceso posterior de negociaciones. Más allá del 28 de mayo habrá que buscar acuerdos, así que el día de las elecciones, además del punto final de la campaña, será también el inicio de un proceso de negociación que se puede alargar hasta bien entrado el verano, y para el que los partidos se guardan ya sus mejores cartas.

El calendario

Campaña electoral. La campaña comenzará oficialmente la medianoche del jueves al viernes, aunque los primeros actos se adelantarán unas horas. Finalizará el viernes 26 de mayo.

Voto por correo. Se puede solicitar hasta el 18 de mayo. Se debe remitir personalmente en las oficinas de Correos, por correo certificado, hasta el 24 de mayo.

Voto extranjero. Los residentes permanentes deben depositar personalmente el voto en las urnas de la Embajada o Consulado entre el 20 y el 25 de mayo.

Kit en braille por primera vez. Las personas ciegas o con discapacidad visual grave tendrán, por primera vez, acceso al kit de voto accesible, con los nombres en braille, en sus domicilios o en el sitio de su elección antes del día de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo.

MESAS ELECTORALES

28-M: Permisos retribuidos

Derecho al voto. Las personas que tengan labores de presidencia, vocalía o sean interventoras en las mesas electorales el próximo 28 de mayo tendrán derecho a permiso retribuido durante toda la jornada laboral correspondiente al día de la votación. También les corresponden cinco horas de jornada la inmediatamente posterior a las votaciones. En el caso de las personas apoderadas, el permiso solo corresponderá a la jornada correspondiente al día de la votación. Si a los miembros de la mesa electoral les toca trabajar en el turno de noche la víspera de las elecciones, la empresa, a petición de la persona interesada, deberá cambiar el turno a efectos de poder descansar la noche anterior al día de la votación. Quienes tengan que trabajar el 28-M tendrán derecho a un permiso retribuido de entre dos y cuatro horas para ir a votar.