Atrás quedaron los 69 escaños al Congreso en 2015, o los 71 en 2016 bajo la marca Unidos Podemos, que incorporaba a IU. Dos hitos que quedaron un tanto disipados por la frustración de no haber conseguido el ‘sorpasso’ al PSOE. Y es que las expectativas durante un tiempo fueron inmensas. Ahora, en cambio, son 5 los escaños de Podemos. Del hábil movimiento de Pablo Iglesias en 2018 facilitando una moción de censura a Pedro Sánchez, hoy queda una mayoría de Gobierno altamente compleja, un Iglesias fuera del Congreso pero en permanente exposición, y un Sánchez consolidado como un histórico socialista, coaligado con Yolanda Díaz, que ha perdido el sumando de Podemos, en un sonoro traspiés. El futuro de la vicepresidenta dependerá en gran parte del devenir del PSOE.

Entre las turbulencias internas que han sacudido a Podemos, probablemente las más importantes sean el camino que emprendieron Errejón y después la propia Díaz, además de la dimisión de Iglesias del Gobierno de España y su final abrupto en Madrid. La historia de la formación morada en Navarra no ha sido ajena a las crisis. El éxito de los 7 escaños conseguidos en las forales de 2015, si bien también entre expectativas aún mayores, permitió cambiar el tablero, y conformar una legislatura bajo la presidencia de Barkos, de Geroa Bai. Sin embargo, las divisiones internas en la formación morada implosionaron pronto, primero con la dimisión de la parlamentaria Fátima Andreo en noviembre de 2016. Mientras, Laura Pérez pasó de ser elegida secretaria general en febrero de 2015 y ser cabeza de cartel, a caer desbancada por Eduardo Santos en mayo de 2017, ser sustituida como portavoz en julio, expedientada en diciembre, y suspendida en enero. En la siguiente legislatura, Podemos pasó a tener 2 escaños y un consejero, el propio Santos, en el primer Gobierno de Chivite. Posteriormente, Begoña Alfaro, quien ha declinado participar en este reportaje, se convirtió en nueva coordinadora en 2021, y trabajó en la conformación de una coalición con I-E, Contigo-Zurekin, presentada en 2022, y liderada por la misma Alfaro, hoy consejera y vicepresidenta tercera, tras unas forales que dieron 3 escaños. Su estrategia está en clara sintonía con Sumar, afinidad ahora más delicada, tras el divorcio habido en el Estado, a la espera de lo que pueda ocurrir en los próximos meses.

JOAN JOSEP BOSCH Cabeza visible de podemos en Navarra (2014)

“A lo mejor Ione Belarra dentro de 15 años haría lo que hoy hace Yolanda Díaz”

“Nuestro trabajo fue construir un partido en muy pocos meses, sin sede, sin un euro, y dotarnos de un programa”. Joan Josep Bosch (Barcelona, 1965) fue la cabeza visible de Podemos en Navarra en 2014, pero perdió ante Laura Pérez en febrero de 2015 en el proceso para elegir el liderazgo de una formación que unos meses más tarde se enfrentó a sus primeras elecciones forales. 

Bosch dice sentirse hoy algo apenado por la ruptura entre Podemos y Sumar, porque entiende que “en lo esencial no hay apenas diferencias sustanciales”, y que así “se debilita el proyecto”, pero cree que fuera de Sumar Podemos tendrá mayor visibilidad. Este economista formó parte de la lista a las Europeas de 2014, en la que fue en el puesto 23, comicios que sirvieron de irrupción a la formación morada, en un contexto posterior al 15M, de herida social por la crisis económica que estalló en 2008, y el “austericidio que se demostró equivocado”. En ese contexto, afirma, “aquel Podemos original recogió esa fuerza popular de izquierdas, ese descontento social, y lo canalizó hacia la política”. 

En aquella época, sin sede territorial ni articulación, las reuniones en Navarra se celebraban en una tetería. Bosch aceptó el ofrecimiento de ser la cabeza visible por Navarra en esas Europeas y empezó a articular el espacio morado en la Comunidad Foral. En las reuniones de coordinación en Madrid conoció a Iglesias, Errejón, Maestre, Echenique, Bescansa o Belarra, que en este caso hizo de enlace con Navarra. Hoy Bosch se pregunta si “tutelaba, orientaba, sugería o apoyaba” el proceso. “Eso solo lo puede saber ella”, asegura. Recuerda esta primera etapa como “un movimiento realmente muy genuino, probablemente muy inocente, pues estábamos muy lejos de conocer todo lo que se mueve en los medios de comunicación, en los tribunales, o el daño que te pueden hacer desde el sistema, y recogíamos solo una ilusión de la calle que intentamos llevar a los parlamentos, porque entendíamos que no estábamos representados por el bipartidismo”.  

Bosch dice no compartir aquella célebre máxima de que ‘el cielo se toma por asalto’ y subraya la necesidad de pactar y de un talante conciliador en política. Él no cree que Errejón “sea menos de izquierdas que Pablo Iglesias”. Entiende que lo que les ha diferenciado es “el modo de enfrentarse a la adversidad o a la discrepancia”.  

Asimismo considera que Podemos no ha cambiado respecto a su ideario original, por ejemplo, en materia económica, pero también ve a Sumar e Izquierda Unida alineados en esa misma posición. A su juicio la ruptura habida tiene “más que ver con personas que con idearios, y con el modo de enfrentar la discrepancia que las propias discrepancias”.  

Sobre la dificultad de encaje entre Díaz y Belarra, piensa que el factor de la edad es relevante y tiene incidencia. (Díaz (1971), es sensiblemente mayor que Belarra (1987) y que Montero (1988). “A lo mejor dentro de 15 años Ione Belarra haría lo que hoy está haciendo Yolanda Díaz, y a lo mejor Díaz hace 15 años hubiera hecho lo que hoy hace Belarra. No creo que ninguna de las dos tenga una idea malvada detrás”. Él se inclina más bien por pensar que “probablemente la gente joven de cualquier partido es más radical y tiene más dificultad para aceptar la mirada de los otros, y a medida de que cumple años posiblemente aprende a encajar mejor”.  

LAURA PÉREZ Secretaria General de Podemos Navarra (2015-2017)

“La relación entre Sumar y Podemos ha sido puramente oportunista”

Para Laura Pérez (Bilbao, 1980), secretaria general de Podemos en Navarra entre 2015 y 2017, la relación entre Sumar y Podemos era “puramente oportunista para salvar los muebles por todas sus partes”, en una “coalición forzosa” por la complejidad del momento a causa de una derecha “acechante”. Critica que no hubiera primarias en el proceso ni se “respetase la representatividad” de sus componentes. Y dice no sorprEnderse de que justo haya sido esta salida de Podemos al Grupo Mixto “cuando ha visto que no han entrado en el Gobierno. Si hasta ahora tragaban con todo ahora de pronto se erigen en adalides de una izquierda transformadora”.

Pérez recuerda el “cuestionamiento del régimen del 78” en el 15M, y los lemas ’No nos representan’ y ‘PSOE, PP, la misma mierda es’, “que a algunos tan pronto se les ha olvidado”. Según ella, de una voluntad inicial por “reivindicar procesos constituyentes que respetaran el derecho a decidir”, Podemos “cambió de estrategia. Habla de “purgas” en Navarra y en Andalucía, “de acusaciones calumniosas e infundadas”, y de “políticas centralistas de Podemos en Madrid”, con posturas coincidentes de Iglesias y Errejón. 

La exsecretaria general cree que se antepuso de forma “errónea” la utilidad de entrar en los gobiernos. Afirma que ella era favorable a “facilitar” un Ejecutivo como el que presidió Uxue Barkos, desde “una cierta autonomía” externa. Respecto a la legislatura de 2019 y 2023, habla de un Podemos “totalmente sometido al PSN” en Navarra y al PSOE en el Estado, y acusa a Contigo-Zurekin de haber vendido su “silencio a cambio de una vicepresidencia que puede resultar muy pomposa”, pero que entiende estéril. 

Para la exdirigente ese “cambio de estrategia” es el que ahora Podemos critica a Sumar, y apunta a que “Navarra ha sido un lugar de ensayo” por su particular tablero. Volviendo a su época , explica que bajo su mandato apostó por un “cambio sin UPN; PSN ni PP, lo que suponía necesariamente imprescindible llegar a acuerdos con nacionalistas como Bildu o Geroa Bai”, cosa que según denuncia, “no estaban dispuestos a aceptar desde Madrid”, donde “les preocupaba muchísimo que aquí llegáramos a acuerdos con Bildu”, y buscaban guardarse la última palabra sobre la política de alianzas pensando en las Generales que se iban a celebrar meses después de las autonómicas, ese mismo 2015. 

Según Pérez, su “primer choque frontal” con la dirección estatal comandada por Iglesias fue porque ella no quiso renunciar a la marca Podemos Navarra para las elecciones forales de 2015. Cuenta que desde Madrid se pretendía otro nombre para “eludir la campaña de la caverna mediática”. Reticencias que en cambio quedaron disipadas cuando las “cosas salieron bien”, y se conformó el Gobierno de Barkos, presidenta que recibió sendas visitas de Errejón y del propio Iglesias a lo largo de abril de 2016, en un contexto preelectoral (repetición de las Generales en 2016), donde ya asomaban los conflictos internos, añade Pérez, que se plasmarían en Vistalegre 2. 

Hoy Laura Pérez se congratula que “la estabilidad del Gobierno de España dependa de los partidos plurinacionales y nacionalistas”, en una política de alianzas que enmarca a la estela de la de Navarra, donde “pagamos un precio por ello”. Sin embargo, considera que Podemos y EH Bildu se han convertido en “muletas del PSOE”, y aboga por una construcción conjunta de una “alternativa” a los socialistas.

EDUARDO SANTOS Secretario General de Podemos Navarra (2017-2021)

“La endogamia actual de Podemos es evidente, y viene desde hace años”

Eduardo Santos (Pamplona, 1973) dejó la vida política hace unos meses. Cree que la fractura entre Podemos y Sumar es “el resultado del Congreso que nunca hubo” en la formación morada tras la salida del Gobierno de Pablo Iglesias. Tránsito que “se cerró con una candidatura exprés de la actual secretaria general (Ione Belarra), y una sucesión rápida”. En su opinión, “un cierre de época requería una reflexión sosegada y plural. No fue así, y la discusión en vez de interna fue externa, y ha acabado en una ruptura”. 

Santos fue diputado de 2016 a 2019. Entonces Navarra aportaba dos escaños a Podemos, que hoy en total cuenta con 5. Cree que en aquellos años triunfó “el tacticismo sobre la estrategia”, en una aceleración de acontecimientos desde el segundo Gobierno de Rajoy hasta el primero de Sánchez. Un cambio político y social que “impuso un tacticismo a todos los partidos”. 

Admite que esa rapidez le vino bien inicialmente a Podemos, “por la cualidad de sus liderazgos”, y por estar entonces “muchísimo más adaptados que los partidos clásicos a ese modo de hacer política que tenía que ver con la audacia y la comunicación”. Sin embargo, considera que debían haber “parado a pensar estratégicamente”, y que dicha aceleración llevó a la “descomposición” del carácter más democrático y participativo con el que había nacido Podemos.

Preguntado por si hay endogamia en Podemos, dice que “es evidente” y que “ya pasó hace años”, alimentada, piensa, por un “odio exacerbado, incluso con armas antidemocráticas, contra la formación morada y su liderazgo”. Entiende que esa estrategia premeditada fue generando “una pulsión de defensa interna” y una “contradicción tremenda con el discurso aperturista y participativo”. Una “deriva” hasta la actualidad, donde se muestra crítico por el hecho de que la salida de Podemos de Sumar se haya producido sin una asamblea ciudadana, lo que, entiende, pone en “entredicho la legitimidad” de este proceder. 

Para Santos, “Podemos es una traducción política y electoral del 15M”, con raíces y bases muy diferentes a las de Izquierda Unida, pero que deben adaptarse a la evolución del tablero político de cada momento, y rearmarse según las necesidades. Sobre el impacto que por ejemplo tuvo Podemos en las redes sociales, observa que el panorama ha cambiado, y cree que quien “actualmente más innova en este campo es la ultraderecha”.  

El exdirigente admite que en la legislatura 2015-2019 no supieron “digerir bien de forma consensuada el paso a las instituciones”. Defiende un camino de “sensatez institucional como partido de Gobierno que fuimos y somos”, y aportar “estabilidad” en Navarra y en el resto del Estado. “En este momento la misión principal que podemos tener es dar estabilidad y hacer políticas progresistas que protejan a la gente y amplíen derechos, y para eso esforzarse mucho”. 

En cuanto al panorama interno que puede generarse ahora en Podemos dentro de Navarra, el exconsejero defiende la creación de Contigo-Zurekin, un “sujeto político propio” para hacer “autónomamente alianzas confederales”, que cree que “se está consolidando”, “andando un camino con conocimiento de todo el mundo”, en referencia a cuál puede ser la posición de la dirección estatal respecto a la estrategia adoptada en Navarra.