Con la tramitación de los presupuestos de este año ya encarrilada, el Gobierno de Navarra cierra el capítulo del ejercicio 2022 con un balance positivo. La aprobación del cierre de cuentas por parte del Parlamento no deja de ser un trámite sin mayores consecuencias, pero ha servido al consejero de Economía y Hacienda para transmitir un mensaje positivo en torno a la situación de las cuentas públicas. “Muestran una situación económica y financiera saneada”, ha señalado este jueves en el Parlamento José Luis Arasti

Lo hizo en el turno de defensa de la ley de cierre de cuentas de un ejercicio que queda ya muy lejos. De hecho, la portavoz de UPN en la materia, María Jesús Valdemoros, ha subrayado lo anacrónico de un debate que llega más de un año después de que finalizara el ejercicio presupuestario. Por lo que todos los análisis de las cuentas, y del informe elaborado por la Cámara de Comptos, quedan alejados de la realidad presupuestaria que se debe debatir ahora en el Legislativo foral. 

En todo caso, los términos generales del presupuesto de 2024 son similares a los de 2022, así que la discusión parlamentaria de este jueves ha servido de anticipo de lo que será el debate presupuestario de la próxima semana, cuando lleguen al pleno las enmiendas a la totalidad que por separado han presentado UPN, PP y Vox.

Mejoría de los indicadores

Arasti ha puesto de manifiesto la buena situación en la que se encuentran las arcas públicas. Más allá de algunas salvedades apuntadas por la Cámara de Comptos, como las prestaciones públicas soportadas en contratos ya caducados, –que el Gobierno se compromete todos los años a solventar pero que reiteradamente siguen ahí–, Navarra volvió a cerrar el año con equilibrio presupuestario. Con 777 euros más de gasto por habitante y una reducción del endeudamiento de 381 millones.

El consejero destaca por ello la mejoría de los principales indicadores macroeconómicos de la Administración foral durante el periodo 2019-2022, que vino además de la mano de una actualización del Convenio con el Estado que permitió regularizar algunos ajustes pendientes. Una tendencia que se mantiene sostenida en el tiempo desde que UPN salió del poder en 2015 gracias al ciclo económico alcista que se ha vivido en los últimos años. Y que sirve a los grupos que sostienen al Gobierno para recordar al principal partido de la oposición que las cuentas públicas estaban al borde de la insolvencia cuando los regionalistas dejaron el poder. 

Del lado contrario han salido los grupos de la derecha, muy críticos con la gestión del Gobierno, en especial en materia tributaria. “Es un auténtico timo, una trampa, un engaño”, ha protestado Valdemoros (UPN), que considera que los 800 millones recaudados por encima del presupuesto se han detraído a los ciudadanos “por la puerta de atrás”. “A cualquiera de ustedes les gustaría estar aquí defendiendo esta ley”, ha replicado Arasti, que pide “rigor” en las críticas. “Pese a un contexto complicado y de incertidumbre, los navarros y navarras pueden estar tranquilos con la gestión económica del Gobierno”, argumenta.