La alianza que lidera el PNV para los comicios europeos, la Coalición por una Europa Solidaria, lleva a rajatabla en su programa electoral esa apuesta por hacer compatible la defensa de sus territorios con la defensa de una Europa más fuerte y unida. En ese sentido, el programa apuesta por “el pleno reconocimiento político e institucional” de sus respectivas naciones, que participen en las reuniones de ministros que afecten a sus competencias y que exista un mecanismo europeo de solución para los conflictos que conciernan al autogobierno o al derecho a decidir y, al mismo tiempo, sin que ambos planos sean excluyentes, la coalición propone medidas para dar fluidez y facilitar la movilidad entre países del personal sanitario ante la escasez de médicos, movilidad también en el ámbito de la Seguridad Social, y un refuerzo de los programas Erasmus para que los jóvenes estudien en otros territorios europeos. El argumento de estos territorios es que se gestiona mejor y con mayor cercanía desde los gobiernos subestatales, y esa gobernanza fortalece a su vez la legitimidad democrática de Europa y la simpatía de sus ciudadanos.

El programa lo suscribe la coalición Ceus, que lidera el PNV y congrega a Coalición Canaria, Geroa Bai y Proposta per les Illes, y que cuenta con varios apoyos externos de Galicia, Valencia y exlíderes del PDeCAT. Este programa propone 160 medidas para el “renacimiento de la Unión Europea”. Esta alianza la forman partidos y territorios que no comparten al cien por cien sus objetivos finales en términos de reconocimiento nacional, pero coinciden en trabajar por el “pleno reconocimiento político e institucional de nuestras naciones en la Unión Europea y apostar por un mecanismo de solución dialogada y democrática, bajo la supervisión de las instituciones europeas, cuando las diferencias entre las partes en estos procesos de reconocimiento, desarrollo del autogobierno y/o reconocimiento del derecho a decidir generen conflictos territoriales o perjudiquen la calidad de la democracia y el Estado de Derecho”.

El programa habla, asimismo, de “garantizar la participación” en los órganos europeos que traten asuntos de su competencia. El PNV lleva décadas pidiendo participar en el pleno de los ministros de Finanzas del Ecofin, porque Euskadi tiene sus propias haciendas y recauda sus impuestos.

Selecciones deportivas, evitar el cierre de pasos fronterizos...

Piden “introducir las modificaciones legales oportunas al objeto de garantizar la participación de las selecciones deportivas nacionales” en competiciones internacionales oficiales, que estos territorios puedan acudir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, y que los cuerpos de policía propios de sus naciones, como la Ertzaintza, tengan una “plena integración” en mecanismos como Europol o los protocolos de intercambio de datos, una reivindicación estratégica para perseguir la delincuencia y el terrorismo yihadista. Además (y esto ha afectado de manera muy directa a la CAV y Nafarroa tras el cerrojazo de Francia), piden “impedir el cierre injustificado y sin estudios previos de impacto de los pasos fronterizos”.

Fondos europeos

Pero, sobre todo, salta a la vista la intención de que Europa se implique para que el reparto de los fondos europeos se realice dando voz a los territorios, una petición que llega tras la crítica generalizada al presidente Pedro Sánchez por su gestión unilateral de este dinero y con la convocatoria de conferencias que no llegan a ser decisorias. No solo se habla de los fondos Next tras el covid, sino de todos los mecanismos de financiación, también los estructurales. El programa pide “garantizar la participación, intervención, gestión y control de nuestras instituciones de autogobierno en los procesos de elaboración y aprobación de planes, programas e instrumentos de financiación estructural comunitarios, al objeto de que los gobiernos de nuestras naciones puedan ser receptores directos de los fondos comunitarios que se gestionen en el ámbito de nuestras competencias”, y “controlar el cumplimiento de las condiciones de participación regional” de los fondos Next Generation.

Se plantea igualmente la oficialidad del euskera, catalán y gallego, crear un intergrupo parlamentario y designar un comisario europeo para proteger la diversidad; e impulsar la reforma de la ley electoral para que sus naciones sean reconocidas como circunscripción. 

Salud, Seguridad Social...

Además de la macrorregión atlántica, las redes ferroviarias o el corredor del hidrógeno vasco, que aparecen del mismo modo en el programa, se apuesta por la integración “real y efectiva” de las autoridades locales en los procesos de decisión sobre políticas migratorias y prohibir las devoluciones masivas en frontera. Se pide avanzar en el reconocimiento mutuo de las titulaciones sanitarias y “fijar un marco mínimo de protección de todos los estados que favorezca la movilidad entre sistemas de la Seguridad Social”.