El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) evitó el bochorno de llegar mañana a la apertura del año judicial con la silla de la presidencia vacía y, al quinto intento, tras los anteriormente fallidos por el enfrentamiento entre los bloques conservador y progresista, sacó adelante el nombramiento de Isabel Perelló (Sabadell, 1958) como nueva presidenta del Poder Judicial y del Tribunal Supremo (TS) –primera mujer al frente de la cúpula judicial después de más de 200 años en los que la institución ha estado presidida por hombres– en una votación que se resolvió con 16 votos a favor de esta magistrada escorada hacia el ala progresista, mientras que los otros cuatro apoyos se los llevó su compañera Ana Ferrer.
Miembro de Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD), Perelló fue, por ejemplo, la ponente del auto por el que el Supremo rechazó hace un año la petición del PSOE de revisar los votos nulos de las elecciones generales en la provincia de Madrid al considerar que “la mera diferencia numérica en los resultados” que se aducían en este caso (1.200 votos) no era “base suficiente”. Aunque no era uno de los asuntos que suele llevar, formaba parte de la Sala de Vacaciones en la que recayó este asunto. Actualmente, integra la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TS, donde se encarga de los recursos que emanan de organismos reguladores como CNMV, CNMC o Banco de España, entre otros. También se ocupa de los temas relativos al Consejo de Transparencia, transportes, telecomunicaciones y subvenciones.
Responsable en su mayoría de cuestiones económicas, no ha tenido un perfil mediático durante los 15 años que lleva en el Supremo, donde ingresó en 2009. Desde su acceso a la carrera judicial, en 1985, ha pasado por juzgados de primera instancia e instrucción de Mahón, la Audiencia Provincial de Barcelona y los tribunales superiores de justicia de Catalunya y Andalucía. También ha estado en la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional. Además, fue letrada del Tribunal Constitucional entre 1993 y 2003 y el año pasado formó parte de la lista que los vocales progresistas lanzaron a sus compañeros conservadores para elegir a los dos candidatos del CGPJ para el TC.
Próxima a la magistrada y ministra de Defensa, Margarita Robles, se erigió esta vez como la única candidata capaz de sumar los apoyos de ambos bloques, imponiéndose a nombres como Pilar Teso o Pablo Lucas. Perelló se convierte de esta manera en la primera mujer en ocupar la presidencia del CGPJ y el Supremo, un requisito que había devenido innegociable para los diez vocales del bloque progresista. PSOE y PP celebraron que el CGPJ haya nombrado “sin presiones” ni “injerencias” a su nueva presidenta. El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, calificó de “magnífica noticia” la designación, mientras que para la ministra de Igualdad, Ana Redondo, el nombramiento de Perelló es histórico y un “ejemplo de igualdad y progreso”. El portavoz del PP, Miguel Tellado, señaló que “todo lo que sea avanzar en la independencia judicial es bueno para el país y el PP lo celebra”. El portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, criticó el hecho de que el órgano de gobierno de los jueces haya estado “secuestrado cinco años” porque, a su juicio, al PP “no le da la gana de cumplir las normas”. Por contra, para Vox, todo lo que derive del pacto sobre el Poder Judicial entre el PSOE y el PP es un “asalto a las instituciones”.
Fin del bloqueo
Así se puso punto y final al bloqueo al que se había visto sometida la elección de la presidencia del CGPJ a dos días de la apertura del año judicial, por lo que se evita que no esté representada oficialmente en el acto que preside Felipe VI. El devenir de las querellas del jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, y su mujer, Begoña Gómez, contra el juez Juan Carlos Peinado, y el futuro de la causa de ésta marcan el inicio del curso en el que la ley de amnistía del procés seguirá en manos de los jueces hasta llegar al Constitucional.
Discreta y empática, firmó la carta contra Lesmes por su lenguaje sexista
Su nombre no aparecía en las quinielas hasta que los dos bloques acordaron ampliar la nómina de candidatos. Isabel Perelló, de la que destacan tanto su técnica jurídica como su discreción, es cercana a la ministra Margarita Robles –que perteneció también a la Sala Tercera del alto tribunal–, tiene fama de “tratable, inteligente e independente”, y ha conseguido romper el techo de cristal después de que hace ya hace una década se afanara en criticar el sexismo en la cúpula judicial. En 2014 firmó una carta –junto a la propia Robles y Celsa Pico, entonces magistradas del TS– contra el anterior presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, acusándole de utilizar un lenguaje sexista por dirigirse a sus compañeros solo con el género masculino. judicial. “O bien solo se dirige a los hombres magistrados, con exclusión de las mujeres que también lo somos, o bien no tiene en cuenta lo dispuesto en la ley para la igualdad efectiva”, se podía leer en la misiva.
Una de las claves de su respaldo por parte de los conservadores ha podido ser su amistad con el vocal designado por el PP José Antonio Montero tras la amistad que forjaron cuando los nombraron a la Sala Tercera y sus nombramientos fueron impugnados. Perelló será mañana, sentada junto a Felipe VI, la primera mujer que pronuncie el discurso de apertura del año judicial en el acto solemne que se celebra en el Tribunal Supremo. Lo hará después de seis años en los que esta alocución ha sido pronunciada por un presidente en funciones, debido a la falta de acuerdo entre los principales partidos políticos para renovar el Poder Judicial.