Vox no podrá defender en el pleno del Parlamento de Navarra una moción en la que criminaliza la inmigración y que, a juicio de la mayoría de Gobierno, tenía claras connotaciones “racistas y xenófobas”, por lo que incluso puede constituir un delito de odio. La Mesa del Parlamento acordó ayer oponerse a su tramitación, lo que ha llevado a la extrema derecha a denunciar “censura” por parte de los órganos de la Cámara y previsiblemente presentará recurso ante los servicios jurídicos.

Se trata de un hecho inédito en el Parlamento de Navarra, donde siempre se han admitido las propuestas de todos los grupos, más allá de su contenido, para su debate y votación en el pleno, donde luego pueden ser o no aprobadas. Esta vez sin embargo ni siquiera ha pasado el filtro de la Mesa del Parlamento, donde Geroa Bai, PSN y EH Bildu decidieron ayer cerrarle el paso tras una tensa reunión de la Junta de Portavoces. 

Allí la actitud socialista irritó a la portavoz de Vox, que calificó de “bocachancla” al portavoz del PSN, Ramón Alzórriz. Maite Nosti, aseguró además que, pese a la posición de la mayoría parlamentaria, seguirán presentado sus mociones, haciendo preguntas y “cuestionando todo aquello que desde nuestra perspectiva liberal consideremos oportuno”. “No nos vamos a amedrentar por los tonos autoritarios de aquellos cuya opinión no guarda relación alguna con conocimientos jurídicos”, afirmó.

Vox contó además con el apoyo de UPN y PP, que consideraron excesivo que se vete la tramitación de una moción. El portavoz de UPN, Javier Esparza, acusó por ello al PSN de imponer la “censura” en el Parlamento y de utilizar este tema para que no se hable “de los problemas que de verdad preocupan a la sociedad”. Según Esparza, la letrada mayor de la Cámara defendió ayer el derecho de Vox a presentar su moción más allá de su contenido. “Se cercena el debate político. Hoy son ellos pera mañana podemos ser nosotros. Esto es un antes y un después”, argumentó Esparza.

A la fiscalía 

Pero los términos en los que se expresa la moción superan cualquier precedente previo y pueden implicar incluso un delito de odio, a juicio de la mayoría progresista, que ha decidido impedir que Vox utilice el Parlamento como altavoz para sus postulados. “No se puede permitir en este Parlamento debatir sobre algo que para nosotros constituye un delito. Hay que diferenciar entre libertad de expresión y lo que bajo nuestro punto de vista constituye un delito”, justificó Ramón Alzórriz, que avanzó la intención de su partido de llevar el texto a la Fiscalía. “Es momento de poner pie en pared a la xenofobia, el racismo y la insidia permanente que ejerce Vox”, defendió.

En la misma línea, el parlamentario de EH Bildu Adolfo Araiz destacó que “en los últimos meses asistimos a una estrategia internacional del conjunto de las derechas por situar las migraciones como eje central de la batalla política y cultural” y consideró que la moción de Vox participa de “esta estrategia racista y xenófoba”. Por ello, expresó su “rechazo y repulsa” a la moción de Vox, que consideró “constituye una auténtica apología del odio”.

Igualmente, el portavoz de Geroa Bai, Pablo Azcona, indicó que la iniciativa de Vox recoge “expresiones que clarísimamente están pretendiendo que este Parlamento apruebe mociones que vulneran los derechos de las personas migrantes, en este caso, muchas de ellas menores”. “No vamos a tolerar estos discursos de odio”, señaló. El parlamentario de Contigo-Zurekin Daniel López por su parte coincidió en que la moción de Vox “atenta directamente contra los derechos humanos y la dignidad de las personas”.