Fue un 3 de mayo de 2024, hace un año, cuando se celebró la primera comparecencia en la ponencia de la reforma del Amejoramiento, con la presencia de Asunción de la Iglesia, profesora de la UNAV. Comenzaba así un trabajo dilatado en el tiempo de cara a “adecuar la Lorafna a la realidad social y al sentir de la ciudadanía navarra en el siglo XXI”. En aquella primavera se habían dado a conocer las características del estudio que se ponía en marcha. Un proceso cargado de comparecientes externos que contribuirían sobre el papel a darle una profundidad teórica a una reforma, siempre sujeta al final a cómo pueda esta cristalizar.

Se hablaba de sesiones quincenales los viernes para dar curso a cerca de un centenar de comparecencias solicitadas. Un planteamiento muy voluminoso y exigente. La idea era acometer el estudio para renovar el Amejoramiento, arquitrabe regulador del desarrollo del autogobierno navarro aprobado en 1982. Más allá de su diseño, la ponencia arrancó con las dudas de que acusase falta de agilidad y de que las diferencias de fondo entre los socios del Gobierno hipotecasen el recorrido. A la vista de su desarrollo durante este primer año, las dudas sobre su potencial político se reabren, al comprobar cómo el ritmo de comparecencias ha decaído en estos últimos meses.

De momento la ponencia de estudio acumula un total de 15 sesiones (las cuatro primeras, incluida la de constitución, dedicadas a labores internas, y a la organización y calendarización del modelo de trabajo. Las 11 sesiones con comparecientes se han celebrado desde el 3 de mayo de 2024, y han recibido a 16 ponentes. Todas bajo presidencia de Unai Hualde

Doce meses, once sesiones

Aquella primera sesión de hace un año con Asunción de la Iglesia, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Navarra, tuvo el valor añadido de las inauguraciones. De la Iglesia dijo que la reforma de la Lorafna era “una oportunidad para conectar con la sociedad y con sus problemas”.

Sin embargo, el ritmo de comparecencias hasta ahora da una imagen limitada, pues han sido once sesiones en un año, a menos de una por mes de media. Tras la comparecencia de De la Iglesia hubo dos sesiones dobles en junio del año pasado, preludio de las vacaciones estivales. El ritmo se recuperó en otoño, con dos tandas más en septiembre y otras dos en octubre; en noviembre comenzó a declinar la cadencia, y la siguiente sesión no llegó hasta enero. Si bien el mes de febrero tuvo dos nuevas reuniones, después llegó el parón, y no hubo comparecencias ni en marzo ni en abril.

Dicho parón desde el 21 de febrero, obedece, según fuentes del propio Parlamento, a la desconvocatoria de dos sesiones (previstas el 21 de marzo y 4 de abril, por renuncia de las personas invitadas) y a la necesidad de atender los trabajos de la ponencia del Código de Conducta (que se reunió el 7 de marzo y el 9 de mayo).

Nuevos comparecientes

Para este mes de mayo se anuncia un impulso a la ponencia, que ahora mismo se observa alicaída. El día 23 pasarán por el Parlamento Fernando Mikelarena y Mikel Bueno. El 6 de junio intervendrán Fernando de la Hucha y Aritz Romeo, y el 20 de junio Unai Belintxon y Andoni Iso. Con esto se cerrará previsiblemente la primera fase de comparecencias de especialistas, que dará paso el próximo curso a las intervenciones de representantes de diversos colectivos.

Una ponencia de estudio por fases

Con casi cien comparecencias solicitadas hasta 2027, los grupos deberán esprintar para cumplir con el calendario

La ponencia para la actualización de la Lorafna se creó en octubre de 2023, prácticamente con el inicio de la XI legislatura. Venía del acuerdo programático entre los socios nuevo Gobierno. Se constituyó el 17 de noviembre de aquel año, y su duración esta prevista hasta el 26 de diciembre de 2026. El trabajo aprobado se organiza en cuatro fases. La primera, aún vigente, se nutre con comparecencias de expertos, y previsiblemente concluirá con tres próximas sesiones antes de las vacaciones de verano. La segunda la protagonizarán representantes de colectivos y comenzará en el siguiente período de sesiones. En la tercera participarán cargos o excargos institucionales y personal en activo de las Administraciones. Y en la última irán ex presidentes: Del Burgo, Alli, Sanz y Barkos. Nadie ha solicitado a Chivite, aunque es posible que cierre este capítulo. Lo que parece claro es que sus señorías deberán esprintar para cumplir con el calendario previsto.

CLAVES

  • Calendario irregular. La ponencia perfilaba sesiones quincenales para escuchar a distinto tipo de intervinientes que aportasen un corpus teórico a las disquisiciones. Aquello solo se cumplió entre la segunda y séptima sesión, celebradas el año pasado (7 y 21 de junio, 6 y 20 de septiembre, y 4 y 18 de octubre). Tras una ralentización desde noviembre, las dos últimas sesiones celebradas hasta ahora fueron el 7 y 11 de febrero.
  • Reactivación. Suspendidas las dos sesiones previstas en marzo y en abril, la ponencia se reactivará desde el 23 de mayo hasta el 20 de junio con 6 nuevos intervinientes.
  • Reforma exprés paralela. La ponencia ha coincidido con una modificación puntual del Amejoramiento para blindar el traspaso de la competencia de Tráfico. El Congreso aprobó esa reforma en septiembre de 2024.

COMPARECIENTES EN UN AÑO: DOCE HOMBRES Y CUATRO MUJERES

Nombres propios. Hasta ahora los expertos y expertas en el régimen foral que han pasado por el Parlamento como comparecientes han sido Asunción de la Iglesia, Roldán Jimeno, Ferran Requejo, Jon Azkune, Iñigo Urrutia, Silvia Soriano, Alba Nogueira, Paul Bilbao, Iñaki Iurrebaso, Rubén Lasheras, Cristina Zoco, Martín Razquin, Alejandro Torres, Joseba Compains, Gregorio Monreal e Igor Calzada. En conjunto 16 comparecientes, 10 de ellos durante 2024. La participación de seis nuevos expertos de aquí a junio (Fernando Mikelarena, Mikel Bueno, Fernando de la Hucha, Aritz Romeo, Unai Belintxon y Andoni Iso, contribuirá a compensar el balance de un año desigual de trabajo. Eso sí, con rotundo desequilibrio de género de los y las intervinientes, a tenor de lo visto y anunciado.