La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señala en su informe entregado a la Sección Cuarta de la Sala Segunda del Tribunal Supremo indicios que vinculan al exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, con la sociedad Servinabar 2000. En concreto, el documento detalla cómo un apartamento en la calle Fernández de los Ríos, en el céntrico distrito madrileño de Chamberí, habría sido alquilado por esta empresa para uso de Cerdán, a instancias del propio exdirigente socialista.

El informe expone que el 4 de septiembre de 2017, Koldo García, exasesor del entonces ministro de Transportes José Luis Ábalos, envió a Cerdán un enlace a un anuncio en la web Idealista con un piso en alquiler. Según los investigadores, Cerdán respondió que podrían visitarlo, pero que finalmente el apartamento lo cogería Servinabar, empresa cuyo dueño es el empresario Antxon Alonso.

Una semana después, el 12 de septiembre, Cerdán pidió a García que negociara el alquiler para que el precio quedara fijado en 900 euros mensuales, “ya que le habían dado el visto bueno para ese importe”, añade el informe. Los investigadores contextualizan este episodio en el momento en que Cerdán había sido nombrado secretario de Coordinación Territorial del PSOE y había dejado su escaño en el Parlamento de Navarra, lo que explicaría su necesidad de un alojamiento en Madrid.

Pago a la hija de Ábalos

Además, el informe recoge otro episodio que refuerza la supuesta capacidad de decisión de Cerdán sobre los fondos de Servinabar. El 26 de junio de 2018, Tatiana Ábalos Aguado reclamó a Koldo García un pago de 4.472,33 euros a favor de la Fundación Internacional para el Desarrollo Local y Social (FIADELSO), una entidad en la que figura como fundador el propio José Luis Ábalos. Pocos días después, el 2 de julio, Cerdán preguntó a García en qué concepto debía realizarse la factura, a lo que este respondió que se trataba de un donativo a una fundación, y le facilitó el CIF de FIADELSO.

El 6 de julio, Santos Cerdán reenvió a Koldo una captura de pantalla de un correo dirigido a Antxon Alonso en el que se informaba de que Servinabar había hecho una transferencia de 4.500 euros a una cuenta del BBVA. Esta captura fue enviada a su vez por Koldo a Tatiana Ábalos, junto con disculpas por el retraso en el pago y la promesa de que no volvería a ocurrir.

La UCO concluye que “Santos dispondría de cierta capacidad de decisión sobre los fondos de Servinabar”, ya que fue él quien gestionó directamente tanto el concepto del pago como los datos fiscales necesarios para efectuarlo. Asimismo, considera que este tipo de transferencias podría haber sido recurrente, dado que Koldo se excusó por la tardanza y dio a entender que eran pagos habituales.