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Caso Cerdán | Ruz empezó a perder contratos en Adif tras la salida de Ábalos

El empresario reconoce contactos con el ministro, con Koldo, con Herrero y con Pardo de Vera

Caso Cerdán | Ruz empezó a perder contratos en Adif tras la salida de ÁbalosEduardo Parra

El empresario José Ruz mantenía contacto con Ábalos. Llegó a estar con él en el domicilio particular del exministro. Y cuando el político valenciano dejó de estar al frente de Fomento, empezó a perder contratos en Adif cuando antes quedaba primero. Eso le hizo pedir una reunión con Cerdán que no se sabe si se llegó a llevar a cabo, después de varios contactos infructuosos con Javier Herrero –exdirector general de Carretera; imputado en la trama– e Isabel Pardo de Vera –expresidenta de Adif; imputada en la trama–.

Ruz es, para el juez, “un elemento común a los principales investigados” –Ábalos, Koldo y el presunto conseguidor de la trama, el empresario Víctor de Aldama–, “habiendo mantenido reuniones con todos ellos y dando novedades del resultado de las mismas al propio Koldo”.

LA MUJER, CONTRATADA

Por su parte, Daniel Fernández, dio detalles de la contratación de la exmujer de Koldo, Patricia Úriz por parte de la empresa Áridos Anfersa, en la que se implicó porque tenía una buena relación con el exasesor ministerial, al que definió como una persona afable y a la que tiene aprecio. Cabe destacar que los investigadores reflejan “pagos de 1.300 euros mensuales netos entre el 2 de septiembre de 2022 y al menos el 2 de junio de 2023, de OPR al entorno de Koldo, mediante la contratación de su mujer” por parte de esa empresa. Trabajos, dicho sea de paso, que el juez cree que nunca prestó la mujer.

Daniel reconoció que Koldo le pidió trabajo para su mujer y que ejerció de intermediario para un puesto de trabajo disponible que finalmente fue adjudicado a la misma. El empresario apuntó que no sabía si llegó a trabajar o no, asegurando que dejó de conocer el asunto una vez concluida su labor de mediación, que consistió en poner a Uriz en contacto con Áridos Anfersa. Por su parte, Antonio Fernández, Toño, dijo que es ingeniero de caminos y que en la empresa es responable técnico, no administrador ni tampoco tiene acciones. Reconoció haber conocido a Koldo en Navarra a través de su cuñado, Fernando Merino –imputado en la trama, exalto cargo de Acciona–, en 2018, y que le envió un mensaje porque OPR no conseguía adjudicaciones. Pero dijo que esto era un mensaje informativo y que es algo que hizo también con otras personas y empresas.

LA LÍNEA SEGURA CON KOLDO

Ruz dijo este viernes que el exasesor ministerial le entregó un teléfono seguro para que ambos hablasen. La palabra clave para iniciar las comunicaciones era la palabra “café”. Al respecto, precisó que la mayoría de veces que utilizaron ese teléfono era a instancias de Koldo, al que se refería como “jefe”, una expresión que dijo usar con frecuencia con otras personas. Koldo le solía pedir favore para buscar trabajo a gente del partido y mantenían su relación oculta a Aldama para que este no se enfadara.

La línea con Koldo García.

SOBRE CERDÁN

Ni el juez ni el fiscal preguntaron a los empresarios por su relación con Cerdán. El exdiputado navarro declaró el lunes que no los conocía y que no había tenido contacto con ellos. Solo en un momento muy puntual apareció Cerdán en el Supremo. El juez preguntó a Ruz quién era “el navarro” al que se refería en unos mensajes intercambiados con Koldo García en 2022 e interceptados por la UCO en los registros al exasesor. Ruz tuvo que admitir que el navarro era, obviamente, Santos Cerdán, sobre el que ya no hubo más preguntas ni se confirmó si existió el encuentro.

Es la famosa tirada de mensajes en la que Ruz pregunta por las “ganaderías” de varios ayuntamientos, la forma por la que preguntaba qué partidos gobernaban en cada ayuntamiento. No es un detalle menor que Cerdán pasara casi desapercibido por las declaraciones de los constructores. Hay que tener en cuenta que el lunes, el magistrado Puente justificó en el auto por el que envió a Cerdán a prisión que el exdiputado navarro era la piedra angular de una trama de cobro y reparto de modidas por la adjudicación irregular de obra pública. Cerdán, según el juez, era quien directamente acudía a los constructores para reclamar el dinero que luego repartía entre Ábalos y Koldo.