El exdiputado navarro Santos Cerdán ya está en un módulo con otros presos comunes en la cárcel madrileña de Soto del Real, donde fue encarcelado el lunes por orden del magistrado Leopoldo Puente. Cerdán ha sido transferido a un módulo de respeto y está más tranquilo después del shock inicial. Ha empezado a tener contacto con alguno de los reclusos, ha montado un club de lectura, juega a las cartas y ya ha hecho amigos, según ha comentado su abogado, Benet Salellas, que lo ha visitado esta tarde.
Esta mañana, ni el juez ni el fiscal preguntaron a los empresarios por su relación con Cerdán. El exdiputado navarro declaró el lunes que no los conocía y que no había tenido contacto con ellos. Solo en un momento muy puntual apareció Cerdán en el Supremo. El juez preguntó a Ruz quién era “el navarro” al que se refería en unos mensajes intercambiados con Koldo García en 2022 e interceptados por la UCO en los registros al exasesor.
Ruz ha tenido que admitir que el navarro era, obviamente, Santos Cerdán, sobre el que ya no hubo más preguntas ni se confirmó si existió el encuentro. Es la famosa tirada de mensajes en la que Ruz pregunta por las “ganaderías” de varios ayuntamientos, la forma por la que preguntaba qué partidos gobernaban en cada ayuntamiento.
La supuesta piedra angular
No es un detalle menor que Cerdán pasara casi desapercibido por las declaraciones de los constructores. Hay que tener en cuenta que el lunes, el magistrado Puente justificó en el auto por el que envió a Cerdán a prisión que el exdiputado navarro era la piedra angular de una trama de cobro y reparto de modidas por la adjudicación irregular de obra pública. Cerdán, según el juez, era quien directamente acudía a los constructores para reclamar el dinero que luego repartía entre Ábalos y Koldo.