El juez Adolfo Carretero, que investiga la presunta agresión sexual del exdiputado Íñigo Errejón a la actriz Elisa Mouliaá, ha solicitado a la Policía Judicial que escuche las declaraciones de Borja y Soraya, los organizadores de la fiesta donde supuestamente ocurrieron los hechos, y le indique si el sonido, "aunque sea de bajo nivel, "es "entendible".
Así queda reflejado en un auto recogido por Europa Press, en el que el juez acepta la solicitud que la defensa de Errejón realizó el pasado viernes.
Borja y Soraya declararon el pasado junio por videoconferencia, pues ambos residen en Australia. En las comparecencias del pasado viernes, en la que declaró un psiquiatra que medicó a Mouliaá, la defensa del expolítico ya manifestó que, de no entenderse con claridad las declaraciones de estos dos testigos, deberían repetirse, según apuntaron fuentes jurídicas.
DOS TESTIGOS CLAVE
Soraya, en su declaración de junio, aseguró ante el juez que la actriz "llegó a decirle que lo que había pasado" con el exdirigente "no era un delito". También adujo que la actriz le habría indicado que finalmente le denunció porque, tras informarse y ver casos similares, consideró que los hechos podrían ser penados en virtud de la ley del 'solo sí es sí' y que "se veía en el deber moral" de hacerlo y "por motivos altruistas".
La testigo también manifestó que la intérprete "no estaba bastante afectada" por la bebida, sino "como todos cuando se bebe unas copas", en línea con lo declarado por otro de los testigos propuestos por la actriz, Fernando, que el pasado marzo aseguró que no notó ninguna actitud extraña en la fiesta y que no apreció que Mouliaá estuviese borracha y que tampoco se acercó a él para decirle que estuviera incómoda.
Por su parte, Borja relató que contactó por correo electrónico con Errejón tras enterarse de la denuncia porque le parecía injusto de lo que se le acusaba y añadió que han mantenido más conversaciones.
"¿Cuál es el plan con el juicio?", admitió que le preguntó al exdiputado, interesándose por "información de lo que ocurría a nivel práctico".
Al igual que Soraya, Borja afirmó que tampoco vio muy afectada a Mouliaá esa noche y que habría visto si Errejón la hubiera cogido del brazo en el pasillo. "No vi nada fuera de lo normal", apostilló.