El PSOE ha señalado ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga el 'caso Koldo' que todos sus pagos en efectivo están "debidamente incorporados a la contabilidad del partido", aunque admite que "todo sistema es mejorable".

El escrito remitido al juez Ismael Moreno, que abrió una pieza separada para investigar los pagos en metálico al exministro José Luis Ábalos y a su exasesor Koldo García, busca comprobar si blanquearon dinero a través de liquidaciones de gastos del partido.

El PSOE pide que se rechace la petición del PP de expulsarles como acusación popular, alegando su “clara y manifiesta colaboración” y la entrega de toda la documentación requerida.

El partido afirma que “absolutamente todos los pagos” efectuados, tanto en efectivo como por transferencia, están incorporados a la contabilidad sometida a auditorías externas y al Tribunal de Cuentas.

Subrayan que no existe “ni un solo pago no contabilizado” ni indicio de que hayan existido pagos fuera de control.

Aseguran que no hay “ni un solo pago” al exasesor Koldo García “ni a ningún tercero” que no sea como sueldo, dietas o reembolso de gastos, y que “no existe ni un solo reembolso sin recibo o factura”.

El PSOE reconoce que Koldo no tenía “cargo” en el partido, pero era colaborador cercano de Ábalos, por lo que no entienden qué sospechas genera que hubiera intervenido en reembolsos de gastos.

El partido niega falta de controles, afirmando que toda liquidación debía ir acompañada de facturas, recibos o justificantes, y que el sistema fue auditado sin advertencias por el Tribunal de Cuentas.

Admiten que entonces no se exigía justificación bancaria porque muchos pagos eran en metálico, no existían tarjetas corporativas y pedir justificantes de tarjetas personales podía afectar a la protección de datos.

"Los pagos en efectivo no llegan ni al 1%"

El PSOE afirma que hoy los métodos han cambiado, los pagos electrónicos se han impuesto y el control es mayor, aunque recuerda que antes funcionaban “procedimientos basados en la confianza interna”.

Insisten en que no existe “ni el menor dato” que apunte a gastos falsos o recibos inventados, y que el partido “jamás reembolsó” sin un justificante.

Reconocen que podrían haber existido abusos que perjudicaran al propio PSOE, lo que —dicen— reforzaría su papel como acusación.

El partido recalca que el origen de todo el dinero en metálico eran retiradas de su cuenta corriente, y que “jamás” reembolsaron gastos con dinero de supuestas donaciones. Niegan que la empresaria Carmen Pano llevara 90.000 euros a Ferraz.

Destacan que los pagos en efectivo “no llegan ni al 1%” de los gastos totales del partido y que se usan para liquidaciones de trabajadores, directivos y voluntarios. Los socialistas subrayan que no pagan sobresueldos, no abonaron a Ábalos o García más dinero del que les correspondía y no recibieron donaciones ilegales. Finalmente, critican que la Audiencia Nacional quiera prolongar la investigación basándose —afirman— en “la nada más absoluta”.