Los presos del EPPK han bajado este año de 122 a 105, mientras los de tercer grado pasan de 41 a 43

Se acerca la habitual manifestación deSarede enero en Bilbao por los presos autodenominados políticos vascos, y la entidad hace balance. En un año han pasado de 122 a 105, y en dos de 142 a 105 (90 hombres y 15 mujeres). La reducción, por tanto, es sensible, más si cabe apuntamos a las cifras de noviembre de 2010, meses antes de que ETA anunciara su cese definitivo. Hace 15 años, el número de presos superaba los 700, de los cuales 575 estaban repartidos por más de 50 cárceles del resto del Estado, y solo nueve estaban internos en prisiones dentro Euskal Herria. Alrededor de un centenar y medio de presos estaban en cárceles francesas, más otro caso en Portugal y otro en Irlanda del Norte.

En el desglose de cifras cabe consignar un matiz. Además de esas 105 presas que forman parte del EPPK, según Sare, hay alrededor de 15 fuera de este colectivo.

Esta organización tiene datos del sector mayoritario, el de ese centenar largo de presos que siguen con distintas medidas de privación de libertad. En estos momentos, se encuentran en libertad condicional 29, por los 26 que estaban en esa situación hace un año.

En cuanto a la distribución geográfica, el mapa ha cambiado sensiblemente. En estos momentos, hay 104 presos en Euskal Herria (102 de los cuales en la CAV, la inmensa mayoría en Martutene y Zaballa), dos en Navarra y un único caso en una prisión francesa. Además, hay tres personas deportadas (en Cuba, Cabo Verde y Venezuela) y 14 exiliados.

Por grado

Hay 61 presos en segundo grado, de los que 16 tienen aplicado el artículo 100.2 de régimen mixto entre el segundo y el tercer grado. Como tal, en tercer grado están 43 presos, 35 con aplicación del articulo 86,4 (con control telemático). En diciembre de 2024 en segundo grado se encontraban 77, (15 con el 100,2). Y 41 en tercer grado, 30 con control telemático.

En total ha habido 22 progresiones a tercer grado, siete recursos y tres regresiones. También hay tres terceros grados suspendidos a la espera de resolución. Y 18 casos en los que estando ya en tercer grado se les ha aplicado el control telemático), y 15 presos que en segundo grado se les ha aplicado el principio de flexibilización del 100.2. Asimismo, en 2025 se ha concedido en ocho ocasiones la libertad condicional. Con todo, según Sare, más de 50 presos, cumplidas las tres cuartas partes de la condena, podrían estar en libertad condicional. Y alrededor de 35 con la mitad de la condena finiquitada podrían estar en tercer grado.

En presente y futuro

“No podemos trasladar a la sociedad vasca, que estamos como estábamos hace cuatro, cinco o seis años, porque no es real, y no seríamos creíbles. Podemos decir que se ha avanzado bien, fruto fundamentalmente del consenso de la mayoría política y sindical vasca, pero también desde la movilización social que pueden representar Sare y Etxerat. Estamos en un plano diferente, observa Joseba Azkarraga, portavoz de Sare Herritarra, que sin embargo, incide en que queda pendiente revertir la “legislación de excepción, como la ley que obliga al cumplimiento íntegro de condenas de hasta 40 años de privación de libertad”, lo que califica de “barbaridad”.

En este contexto, ¿un hipotético cambio de ciclo político podría afectar a este proceso? Azkarraga se muestra cauto, pero limita la preocupación. “La competencia de prisiones en la CAV está en el Gobierno Vasco, aunque en Nafarroa sigue dependiendo del Gobierno español, y la competencia la tiene el Estado, a través de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias”. Así que Azkarraga barrunta que “en el peor de los casos, si la derecha y la extrema derecha ocupan responsabilidades de poder podría pensarse que en Navarra podría haber algún tipo de modificación, pero no así en la CAV”. “No nos engañemos”, prosigue Azkarraga, “los jueces y fiscales hoy en la Audiencia Nacional pueden ser tan buenos o tan malos como los que pueda haber ante un cambio de Gobierno.