Carla Pereira es un caso raro en el cine español; dibujante, animadora y directora de sus propias cintas de animación, que también escribe y diseña (una profesión con apabullante mayoría de hombres), ha logrado meter su corto "Proceso de selección" entre los cuatro nominados al Goya en su categoría.

Y es la segunda vez que lo consigue. Con su primer corto, "Metamorphosis" (2021), codirigido con su colega Juanfran Jacinto, llegó a las puertas del Goya.

"Cuando supe que estábamos nominados le mandé a Juanfran (esta vez, responsable de los decorados de su cinta) un photoshop con una cesta de gatitos muy tiernos, muy peluditos, y en medio un chihuahua deforme. Eso es 'Proceso de selección'", se ríe la directora haciendo alarde de su particular humor, que tiende a negro.

"Nos hemos colado en una cesta de gatitos; mi sensación es como que no encajamos, me sorprende mucho que nos hayan nominado por segunda vez. Además, es un corto muy cortito. Es que ni me planteo poder ganar", se sincera Pereira en una entrevista con Efe.

"Devota" del trabajo de Anna Solanas, Pereira se metió en este mundo de la mano de Javier Tostado, que un día entró en su clase en Bellas Artes buscando gente que le ayudara a hacer el piloto de su serie "Clay Kids". Ella fue una de los elegidos y estuvo trabajando con él hasta que se rodó la serie.

Tanto "Metamorphosis" como "Proceso de selección" llevan un sello inconfundible. Con materiales de fabricación que van de la tela a los ladrillos o la silicona, sus muñecos son especiales, "feos", retorcidos, asimétricos: muy locos.

Son diseños de Carla, convencida desde estudiante de que todos los artistas que empiezan copian a otros. Y trabajó para "ser ella" hasta que encontró su estilo y empezó a dibujar y a mezclar ilustración y stop-motion.

El corto con el que vuelve a los Goya está basado precisamente en un cómic antiguo que la artista hizo tras una situación real y a modo "un poco de catarsis".

Entrevista de trabajo a un gato verde

En tres minutos, Pereira cuenta la entrevista de trabajo a la que acude un gato verde vestido de amarillo, donde el tribunal examinador son tres ratones amarillos vestidos de verde, todos ellos construidos con telas tintadas por Carla; el gato no lo está pasando bien, hasta que uno de los ratones le pide que se defina.

El gato, con una sinceridad brutal, explica que se medica para controlar sus ataques de ira y ansiedad. Pero los ratones ya no le hacen caso: están viendo un vídeo gracioso en el móvil.

Para Pereira, valenciana de adopción y argentina de nacimiento, "el mal endémico del cine es la ausencia de mujeres". "Creemos que ya está todo hecho, pero queda mucho camino por hacer", apunta esta joven entusiasta, que sigue dando argumentos de futuro a las alumnas (suelen ser mayoría) de sus talleres en la facultad de Bellas Artes en Valencia.

Convencida de que necesitan referentes, suele empezar sus cursos contándoles cómo ha llegado a vivir de lo que le gusta y presentándoles mujeres animadoras del pasado.

"Al principio me costó un montón -dice Pereira-, pero encontré mujeres impresionantes, y entre ellas a la 'dama de la animación' checa, Vlasta Pospílova, que siguió rodando cortos hasta los 77 años".