La sala de exposiciones del Museo de Ideas e Inventos de Barcelona (MIBA) presentó ayer un prototipo de mochila diseñado para evitar los habituales robos en las playas. La mochila, que pesa un kilo, cuenta con una superficie plana frontal que se entierra en la arena y una pieza que permite anclarla en el suelo por otro punto. Además, se cierra con una llave de plástico de modo que arrancarla de la arena requiere realizar una fuerza de 20 kilos. El prototipo, que aún no tiene nombre patentado, ha sido bautizado por sus inventores, Rafael Gallego y Ana Bosch, como Bay-watch, aunque no usarán esta denominación porque ya está registrada por la conocida serie americana Los vigilantes de la playa. La idea surgió hace seis años cuando Gallego presenció un robo en la playa. Fue entonces cuando ideó el prototipo, una mochila impermeable de plástico, en la que ha invertido 75.000 euros.
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