REINO UNIDO - El gigante de supermercados Lidl tuvo que pedir perdón en Reino Unido por culpa de una de sus cajeras, que humilló a una mujer embarazada de 36 semanas. La joven fue a comprar al supermercado de Wellingborough (Reino Unido) y la cajera la acusó de haberse quedado preñada sin desearlo. “¿No había nada ese día en la tele?”, le preguntó la cajera en tono irónico a la embarazada. Ella no respondió pensando que así cesaría la broma sobre si su hijo no era deseado. Pero la cajera insistió: “¿No podías haber leído un libro en vez de hacerlo?”. La joven, que se había sometido a un duro tratamiento de fertilidad, se sintió herida y humillada. Además, como la cajera gritaba, todos los de la fila oían sus chistes crueles. Al final la joven pagó y le dijo que no quería el cambio, a lo que la cajera respondió con sarcasmo: “No puedes evitar el cambio una vez ha llegado”, haciendo una nueva alusión al nacimiento del bebé. La clienta publicó su testimonio en la página británica de Facebook de Lidl y la empresa pidió perdón por el comportamiento de su trabajadora.
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