CHILE. La cabo primero Valentina Gan, una perra labradora a punto de cumplir cinco años en la Unidad Operativa de la Aviación Naval, una rama de la marina de guerra chilena, es la estrella de la institución. Valentina no es un miembro más de la marina de guerra chilena. Es una perrita labradora, que debe, al igual que todos, cumplir turnos de guardia, especialmente en la recepción o despacho de las aeronaves. Valentina fue encontrada a principios de 2013 por miembros del Grupo Aeronaval Norte (GAN) abandonada en una calle.
El grupo no solo la rescató, sino que elevó una solicitud al comandante de la unidad para que autorizara la adopción de la perra y ahora forma parte integral de la dotación, y ya con el grado de cabo primero, en Iquique. Sin embargo, señalan sus compañeros de combate, la carrera de Valentina Gan (por el nombre del grupo), está marcada por tres faltas que han quedado registradas en su hoja de servicios. Una de ellas es por haber roto tres pantalones pertenecientes al personal de chóferes navales; posteriormente extrajo ropa desde un armario de los miembros del equipo y la última fue por quedarse dormida en "horario de trabajo", incluso frente a sus compañeros, que están preocupados por el sobrepeso que le aqueja.