MADRID. La empresa Testicuzzi ha sacado al mercado un producto homónimo que consiste en un pequeño recipiente en el que meter los testículos para relajarlos. No se trata de un juguete erótico, sino más bien una herramienta para la higiene y para calmar el estrés. El artilugio es similar a un pequeño bidé y su forma y tamaño está pensado para que quepan solo los testículos del hombre, mientras que el cojín que hay delante sirve de apoyo para el pene. Esta mini bañera ha de llenarse con agua caliente y tiene unos agujeros por los que sale aire a presión, consiguiendo el efecto de un jacuzzi. El Testicuzzi funciona a pilas y existen tres modelos: blanco, negro, ambos a 39,95 dólares (unos 36 euros), y dorado, a 10.000 dólares (unos 9.055 ), hecho con oro de 14 quilates. Si se quiere optar por una opción más económica se puede comprar el Testicuzzi sin pilas a 29.95 dólares (unos 27 euros), cuyos chorros de aire funcionan mediante un tubo por el que el usuario tiene que soplar.
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