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Hallado un consolador de hace 2.000 años, el primero que se conoce del mundo romano

La Universidad de Cambridge identifica un objeto encontrado en un fuerte del siglo II en Reino Unido como un dildo de la época del emperador Antonino

Hallado un consolador de hace 2.000 años, el primero que se conoce del mundo romanoVindolanda Trust

La Universidad de Cambridge ha identificado como un consolador una talla de un pene de madera hallada en 1992 en un fuerte del siglo II en Reino Unido, un objeto que por su uso y desgaste atribuyen a un uso sexual por parte de una mujer. Este hallazgo en Vindolanda, uno de los fuertes militares mejor conservados del Imperio romano, situado en la retaguardia de una de sus más famosas murallas defensivas: el muro de Adriano. Este hallazgo apunta que las mujeres romanas ya se masturbaban utilizando juguetes eróticos y, seguramente no los escondían.

El Muro de Adriano (en latín: Vallum Aelium) es una antigua fortificación defensiva de la provincia romana de Britania iniciada en el año 122 durante el reinado del emperador Adriano.​ Se extendía desde las orillas del río Tyne, cerca del mar del Norte, hasta el fiordo de Solway, en el mar de Irlanda, y permitía al Imperio romano proyectar su poder hacia el norte, en las tierras de los antiguos britanos, incluidos los pictos. Las tropas allí acantonadas vivían acompañadas de sus cónyuges.

Es el mayor conjunto arqueológico romano de Gran Bretaña y recorre un total de 117,5 kilómetros en el norte de Inglaterra. Considerado un icono cultural británico, el Muro de Adriano es una de las principales atracciones turísticas de Gran Bretaña. En aquella sociedad, las representaciones del pene se utilizaban como un símbolo erótico, pero también de poder y de prestigio.

El consolador -el primero que se conoce del mundo romano-, fue considerado una herramienta para zurcir, pero los arqueólogos de la Universidad de Cambridge Rob Collins y Rob Sand, en su informe Tocar madera: ¿suerte, protección, poder o placer? Un falo de madera del fuerte romano de Vindolanda (Tocar madera: ¿suerte, protección, poder o placer? Un falo de madera del fuerte romano de Vindolanda) , lo desmienten y aseguran que se trata del consolador de una mujer, posiblemente la esposa de un alto dirigente militar, que lo guardaba en su casa.

Los consoladores portátiles grandes “son raros de hallar, aunque cuando se encuentran, suelen estar hechos de piedra o de metal, ya que la madera se descompone fácilmente”, aseveran los expertos. Es decir, no es que no se fabrique, es que no se localizan por la función orgánica. “Pero en el caso del vertedero de Vindolanda no ha sido así. De hecho, se han encontrado mas de 2.000 objetos portatiles de madera, datados principalmente entre los siglos I y II d. C.", informa El País.

16 CENTÍMETROS DE MADERA DE FRESNO

Este juguete erótico, que ha sido registrado con el nombre de W-1992-1062, mide 16 centímetros de largo y fue tallado en madera de fresno. Posee una base cilíndrica ancha y su parte final representa el glande. De todas formas, las medidas exactas del artilugio no se pueden conocer, escriben los arqueólogos de Cambridge, porque la “madera es propensa a encogerse y deformarse y todas las medidas obtenidas son las actuales, por lo que posiblemente fuera más grande”.

El consolador en cuestión, "muy utilizado", según los expertos, ha sido fechado entre los años 165 y 200 d. C., lo que lo sitúa en el período del emperador Antonino, sucesor de Adriano. 

El informe de la Universidad de Cambridge recuerda que “el uso repetido de objetos de madera puede dañar o alisar sus superficies, dependiendo de la intensidad y frecuencia de la manipulación y el tiempo de uso. Otros factores, como la transferencia de sebo de la piel durante la manipulación, pueden provocar el pulido de las superficies”, tal y como es el caso. “El mango del armazón, también hecho de fresno, sugiere que el agarre repetido durante el movimiento de aserrado, combinado con los aceites de la piel, ha alisado la madera. La superficie tallada original del mango muestra signos de un efecto de pulido, la superficie retiene un brillo leve y se siente más suave al tacto exactamente en el punto donde el agarre del usuario había sido más fuerte”.

El nivel de conservación del objeto es “muy bueno”, lo que demuestra que no estuvo expuesto a los elementos”, sino que se guardó en el interior de una edificación “durante un período prolongado antes de ser arrojado” al vertedero. 

Los investigadores concluyen que, en virtud del desgaste, más en su extremo que en los laterales, el consolador fue utilizado por una mujer para estimularse y no por un hombre, pero como sobre ese asunto “no existe ninguna investigación definitiva”, tampoco lo pueden demostrando.