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Semana Santa: saetas en euskera al paso del Nazareno en Bilbao

La tradición de las procesiones de Semana Santa en Bilbao tiene su origen en las rogativas que se hicieron en el siglo XVI tras los desastres causados por una gran riada. Cada cofradía celebra su procesión, y entre todas hay una con un significado especial: la del Nazareno que se celebra este lunes

Semana Santa: saetas en euskera al paso del Nazareno en BilbaoPablo Viñas

Cada tarde deLunes Santo en Bilbao, el tramo de la calle de Hurtado de Amézaga situado frente a la Quinta Parroquia experimenta un curioso fenómeno. Los peatones se detienen tratando de conseguir una mejor visión de la calzada. Son cientos, cuando no miles. “Es que dentro de poco va a salir el Nazareno y quiero verle”, comenta una señora. “El tiempo está muy indeciso. No sé si lloverá”, le contesta su vecina de puesto. “Tiene que llover mucho para que se suspenda esta procesión, porque la cofradía no se echa atrás por un simple sirimiri”, apostilla un veterano. El pasado año así fue y tuvo que suspenderse.

Las hermandades penitenciales invitadas van situándose en las proximidades del templo. A la hora señalada, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno se abre paso entre ellas. Su banda de música se sitúa frente a las andas dispuestas en la fachada de la iglesia. A los acordes de Bendición surge del interior la imagen del Cristo de Medinaceli en magnífica talla de Collaut-Valera. Es el momento que todos esperaban.

“Ciertamente es un momento muy emocionante tanto para los que participamos en la procesión con hábito como para los cientos de personas que, vestidas de calle, se unen a nosotros tras la imagen del Cristo de Medinaceli en riguroso silencio, cada una pensando, tal vez rogando, en sus propios problemas y en la forma de salir de ellos a través de la fe”, nos dice Jesús Moisés Amaro, hermano mayor de la cofradía.

Nazarenos en la Procesion del Nazareno en Bilbao.

Cofradía del Nazareno

La procesión se inicia en este punto para internarse en los barrios altos de Bilbao. “La Cofradía de Jesús Nazareno fue fundada en 1947 por un grupo de fieles de la Parroquia de San Francisco de Asís que trató de encauzar el fervor que había en torno al Cristo de Medinaceli y, a la vez, llevar su imagen por un entorno que no se caracterizaba precisamente por su fe religiosa. La respuesta obtenida superó cualquier previsión y lejos de que aquel choque produjera reacciones adversas ocurrió lo contrario. Jamás ha habido un incidente”, prosigue Amaro. 

La imagen es copia exacta de la existente en Madrid. Tan sólo hay una pequeña diferencia, la dirección de la mirada de Cristo y el pelo natural que porta, motivo por el que popularmente se le conozca en el barrio como “El Cristo de los gitanos”. Va descalzo y viste una túnica morada, como los cofrades. “La cercana mirada del Nazareno es de las que no se olvidan porque te llega a lo más hondo del ser. Parece que tiene vida y eso lo saben los hermanos que bajan la talla de su altar para su participación en las procesiones. Es una magnífica imagen de tamaño natural. Su atractivo aumenta con el pelo suelto que lleva y que le proporciona una extraordinaria sensación de movilidad”. 

La Procesion del Nazareno en la capital vizcaina.

La leyenda de la peluca

Desde hace tiempo, la peluca del Nazareno ha sido objeto de leyendas urbanas que apuntan a que el pelo fue donado por la actriz Sara Montiel, gran devota de la imagen, o por Marifé de Triana. “Es cierto que se ha hablado mucho de este detalle pero fuera de la Cofradía, porque nosotros lo hemos tenido claro desde el primer momento: el Nazareno tiene dos pelucas de pelo natural y ninguna de ellas fue donada por las personas esas personas”.

La participación activa de la mujer en esta cofradía es un hecho prácticamente desde su fundación. No sólo en las filas u organización, sino también en los cargos directivos. Cuando estaba prohibida la implicación de mujeres en este tipo de manifestaciones religiosas, ya salían algunas vistiendo el hábito. “Mis antepasados en el cargo entendieron, con muy acertado criterio, que no se debía hacer ninguna diferenciación por sexo y así se ha seguido hasta el momento presente en que el porcentaje de hombres y mujeres está muy igualado, incluso en la banda de música”.

El barrio se apaga a su paso

A medida que la procesión se interna en la calle Cortes se van uniendo más fieles tras la sagrada imagen sin contar con los que esperan su paso en unas aceras tan repletas que apenas si permiten el paso. Los clubs apagan sus luces. Algunos cierran sus puertas hasta que el desfile penitencial se pierde en el fondo de la calle. 

Cofrades nazarenos listos para portar el paso

Primeras saetas en euskera

Sin embargo, hay un punto en el que la aglomeración es máxima, un cruce de calles en el que cofrades y público se mezclan. Todos esperan la intervención de los cantantes de saetas. La banda de música reduce su sonido a un tambor que acompaña al intérprete. Desde la balconada de un club y en medio de un respetuoso silencio surgen las plegarias en forma de canciones.

La primera vez que se cantó una saeta al Nazareno en nuestra procesión tuvo lugar el Lunes Santo de 1955 y la interpretó Manolo 'El Malagueño', un afamado cantaor flamenco que se encontraba de paso en Bilbao y no pudo reprimirse al paso de la imagen. Lo curioso es que en cuanto terminó la canción fue detenido por conducta irregular. Ya en la comisaría, y una vez aclarado el asunto, fue puesto en libertad. Tres años más tarde le siguió Vicente Salinas, camarero del Bar Heredia de la calle San Francisco, y desde entonces sigue haciéndolo. Su 'Míralo por dónde viene, Jesús el Nazareno, atado de pies y manos…' es ya un clásico de nuestra procesión”, señala Amaro.

Los pelos como escarpias cuando la noche de este bilbaino barrio se silencia para escuchar una voz anónima que, desde una ventana cualquiera, entona los versos de Machado que popularizó Serrat: “Oh, la saeta, el cantar, al Cristo de los Gitanos, siempre con sangre en las manos, siempre por desclavar…”.

En 2018 se produjo un hecho singular: por primera vez en la historia se cantó una saeta en euskera. En la noche del Lunes Santo de aquel año y ante el asombro de los asistentes se escuchó la voz del cantaor Juanjo Navas entonando un poema de Beñat Arginzoniz: “Kale honetatik pasatzean / malkoak sentitzen ditut. / Zenbat gazte hil diren / zure maitasuna sentitu gabe. / Odolezko malkoak, / odolezko malkoak / erortzen zaizkizu”. (“Al pasar por esta calle / siento las lágrimas. / Cuántos jóvenes han muerto / sin sentir tu amor. / Se te caen / lágrimas de sangre, / lágrimas de sangre”). 

Procesión del nazareno en Bilbao

Saeta sin procesión por el covid

“Estos versos, en recuerdo a las vidas que la droga destrozó en Bilbao La Vieja, suelen ser fuertemente aplaudidos por los asistentes. Tanto como el detalle que tuvo Salinas cuando, en plena pandemia, con la procesión suspendida por ese motivo, se asomó a la ventana de su casa y a la hora habitual, cantó sus saetas a capella para transmitir al barrio su particular mensaje de esperanza. Nos dio a entender a todos que siempre hay un mañana."

La procesión del Nazareno finaliza en la Plaza del Corazón de María, centro social de Bilbao La Vieja, donde también se cantan saetas y se reza una Salve. La despedida se hace en este caso en presencia del paso de María Magdalena.

“La Cofradía de Jesús Nazareno está formada por gentes de todo tipo y condición social que están unidas por la fe en el Cristo de Medinaceli. En muchos casos, la incorporación se produce cuando una persona o grupo de amigas y amigos, con conciencia cristiana, decide aportar su granito de arena en un mundo cada vez más deshumanizado. También es una forma de materializar una promesa formulada en un momento difícil de nuestras vidas. O simplemente es la forma de decir claramente: Estamos aquí, detrás de la Cruz. Somos laicos, pero tenemos un ideal de vida”, añade Amaro.

Todo listo para la cita de este lunes

La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno cuenta con cuatrocientos veinte miembros, si bien no todos son hermanos de hábito, un hábito compuesto por capirote de terciopelo y sotana de viela morados, cinturón de esparto y la posibilidad de utilizar sandalias o salir descalzos. Tienen en propiedad los pasos de María Magdalena y el Cristo de Medinaceli. Esta última imagen se venera todo el año en un altar de la Parroquia de San Francisco de Asís, la popular Quinta Parroquia. La cofradía dispone de página web (www.nazarenobilbao.com) y su sede está en Iturriza 2 de Bilbao.

“Económicamente nos mantenemos gracias a una pequeña cuota anual y de los beneficios, escasos ciertamente, que nos puede dar la venta de la Lotería de Navidad. Nuestras actividades no sólo se reducen a la organización de la procesión del Lunes Santo y a la participación en otras de las cofradías hermanas que componen el grueso de la Semana Santa. Llevamos a cabo una labor social en el barrio consistente en el acompañamiento a gente solitaria. Todos los años, en la mañana del Jueves Santo, llevamos la imagen del Nazareno a una residencia para la veneración de los ancianos acogidos”, apostilla el Hermano Mayor.