Las playas que se iluminan de color azul por las noches son un espectáculo natural que se suele asociar con lugares lejanos como Puerto Rico, las islas Maldivas o Tailandia, pero lo cierto es que no hace falta salir de España para encontrar playas en las que observar estas impactantes escenas.
Cómo funciona la bioluminiscencia
La bioluminiscencia es el fenómeno por el que algunos seres vivos emiten luz mediante reacciones químicas. Este efecto está presente en diversas especies de hongos y animales, pero donde aparece con mayor abundancia es en los protozoos, y en concreto en el grupo de los dinoflagelados. De entre estos organismos microscópicos, el que más destaca y produce estas espectaculares imágenes de playas iluminadas de azul es la especie Noctiluca scintillans, conocida como chispa de mar.
Estos protozoos, que pueden llegar a alcanzar un milímetro de diámetro (grandes para su género), producen la luz a través de un proceso de oxidación de una sustancia denominada luciferina mediante la acción de la enzima luciferasa. Este proceso se da dentro de unos orgánulos que, durante la noche, se distribuyen cerca de la membrana de las chispas de mar, haciendo que brillen más intensamente.
Cuando estos microorganismos reciben un estímulo mecánico, como las olas rompiendo en la orilla o un bañista nadando en el mar, se envía una señal que activa la producción de luz. Se cree que esta bioluminiscencia tiene una función de defensa, activándose al rozar con los depredadores para ahuyentarlos.
Dónde se puede encontrar en España
La aparición de estas estampas brillantes y la intensidad del espectáculo dependen de varios factores, como la temperatura, la estabilidad del agua o el crecimiento de las poblaciones de plancton, que es su alimento principal. Estas condiciones se dan durante el verano, por lo que es habitual verlas entre julio y septiembre en playas de Galicia, Cádiz y, en menor medida, Murcia.
Galicia
Es la zona de España más famosa por sus playas bioluminiscentes y allí este fenómeno recibe el nombre de mar de ardora. A lo largo de toda la costa gallega se pueden llegar a observar estas colonias de protozoos, que suelen ser las mismas que provocan las mareas rojas, pero la Costa da Morte es especialmente idónea, además de por sus paisajes, porque está alejada de las grandes ciudades, lo que reduce la contaminación lumínica y mejora la observación de las aguas luminiscentes.
Algunos de los mejores lugares para observar el mar de ardora son la playa de Balarés en Ponteceso, la playa de las Torradas en Malpica, la playa de Rebordelo en Cabana de Bergantiños, la playa de Ézaro en Ézaro, la playa de Carnota en Carnota o la islas Cíes. Curiosamente, en las playas de Rebordelo y Carnota no es la Noctiluca scintillans quien produce la bioluminiscencia, sino otras especies que también pertenecen a la clase de los dinoflagelados, como los Alexandrium tamarense.
Cádiz
Además de en Galicia, también es habitual encontrar bioluminiscencia en Cádiz, principalmente en las playas de la Línea de la Concepción, como la playa del Burgo o la playa de Levante. Últimamente, se han hecho más famosas por este fenómeno a través de las redes sociales.
Murcia
Aunque es menos habitual que en las otras dos regiones mencionadas, en ocasiones se pueden observar las chispas de mar en la Región de Murcia, especialmente en la costa de Águilas en enclaves como la playa Amarilla o la playa de Poniente.
Además de estas tres regiones, también se ha llegado a encontrar este fenómeno en algunas playas de Almería y Málaga, pero con mucha menos frecuencia, así que, si lo que queremos es encontrarnos este mágico espectáculo natural, lo ideal es acudir a alguna de las zonas mencionadas anteriormente.