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El pueblo medieval más bonito de Gipuzkoa está a una hora de Pamplona

"Es una de las ciudades más visitadas de la costa guipuzcoana, no solo por su importancia histórica, sino también por haberse consolidado como una de las postales más bellas de Euskadi"

El pueblo medieval más bonito de Gipuzkoa está a una hora de Pamplonaturismo.euskadi.eus

Ujuées, para los especialistas de la revista Viajar, nada más y nada menos que, "el pueblo medieval más bonito de Navarra". Un municipio situado en la Sierra de Ujué, a una altitud de 815 m sobre el nivel del mar, que cuenta con poco más de 170 habitantes.

Ujué, "el pueblo medieval más bonito de Navarra"

"Su situación geográfica premió a esta villa como enclave histórico defensivo, por ello no es de extrañar que su primera función fuese como fortaleza para frenar a los árabes. Ujué esconde un precioso y amplio patrimonio histórico que la asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España ya reconoció añadiéndole a su preciada lista. Su nombre fue recogido por la documentación medieval como: "uxue", aunque a veces la villa aparezca con el nombre de Santa María en referencia a la conocida Virgen que apareció en torno a la zona de la villa", argumentan desde la propia publicación.

Pero no solo Navarra es territorio con lugares dignos de admirar, las comunidades autónomas que rodean al territorio también pueden presumir de lugares que hay que visitar al menos una vez en la vida. Una de ellas es Gipuzkoa, "un territorio plural en el que cada comarca goza de personalidad propia. Desde el azul del Cantábrico hasta los espacios naturales del interior, pasando por ciudades industriales situadas a escasos kilómetros de comarcas rurales".

El pueblo medieval más bonito de Gipuzkoa está a una hora de Pamplona

Hondarribia es, para los expertos de National Geographic, el pueblo medieval más bonitos de Gipuzkoa, del que señalan lo siguiente: "con sus calles adoquinadas y coloridos balcones repletos de flores, es una de las postales urbanas más hermosas de la costa guipuzcoana".

La localidad, situada a poco más de 20 kilómetros de San Sebastián y a poco más de 80 kilómetros de Pamplona, "es una de las ciudades más visitadas de la costa guipuzcoana, no solo por su importancia histórica, perceptible aún en los edificios antiguos y las murallas que rodean el casco viejo, sino también por haberse consolidado como una de las postales más bellas de Euskadi, a propósito de sus colorida e incansables fotografiadas casas de pescadores".

En la línea con lo que comentan desde la prestigiosa revista de viajes "la mejor manera de adentrarse en el corazón de Hondarribia es cruzando la Puerta de Santa María, uno de los dos accesos al interior de las murallas medievales de la ciudad. Frente al portón de piedra caliza traída del monte Jaizkibel, un 'Hatxero' da la bienvenida a los visitantes, invitándoles a cruzar el umbral sobre el que se encuentra el escudo de la ciudad, del año 1694. Una vez dentro, Hondarribia se despliega a lo largo de la calle principal o Kale Nagusia, un pasaje de suelo adoquinado del que parten todas las callejuelas que conforman la ciudad. Avanzando a través de esta calle se pueden contemplar algunos de los edificios históricos más importantes, como la Casa Consistorial de estilo barroco, la Casa Ladrón de Guevara de ladrillo azul vitrificado, la Casa Iriarte con su particular entramado de madera, el Palacio Zuloaga o la Casa Casadevante. En Kale Nagusia se alza la grandiosa Iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano, un templo de estilo gótico con elementos renacentistas que se construyó entre los siglos XV y XVI sobre un tramo de la muralla medieval. También está el Palacio Egiluz. Perdiéndose entre las angostas calles del centro histórico se descubren tiendas de artesanías, pequeñas galerías de arte, restaurantes, tabernas, plazas como la antiquísima Plaza del Obispo o la hermosa y reciente Plaza de Guipúzcoa. Sin embargo, la imagen más codiciada de Hondarribia se percibe desde la Plaza de Armas, desde donde los visitantes pueden contemplar tanto el antiguo Castillo de Carlos V, convertido en el Parador de Hondarribia, como las preciosas casas de coloridos balcones de madera y flores de la calle San Nikolas".