El corazón es, tal y como así lo definen desde la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular (SECCE), "una máquina excelente, perfectamente coordinada, que depende de su propia electricidad para contraerse".
"Una persona adulta suele tener unos 5 a 6 litros de sangre en su cuerpo, que el corazón bombea constantemente, a razón de 4,5 – 5 litros por minuto. Los adultos tienen una frecuencia cardiaca en reposo de 60 y 90 latidos por minuto, generando alrededor de 100.000 latidos al día, unos 3.000 millones de latidos a lo largo de la vida. El corazón de la mujer late algo más rápido (promedio 80 l/min.) que el hombre (promedio 70 l/min.), ya que al ser de menor tamaño necesita latir con mayor frecuencia para bombear semejante volumen de sangre. Los recién nacidos presentan una frecuencia cardiaca entre 120-150 l/min. Los atletas suelen mostrar una frecuencia cardíaca lenta en reposo de alrededor de 40-60 l/min", detallan desde esta entidad.
¿Cuáles son los peores alimentos para el corazón? Un enfermero reponde
Con más de 41.000 reproducciones y más de 2.000 me gustas, la publicación del enfermero Jorge Ángel, con nombre de usuarios @enfermerojorgeangel y que acumula más de 6 millones de seguidores en TikTok y más de un millón de seguidores en Instagram, no ha dejado a nadie indiferente. En ella, el experto enumera los peores alimentos para el corazón.
"¿Cuáles son los cinco peores alimentos para nuestro corazón y por qué deberíamos dejar de consumirlos? O al menos hacerlo muy esporádicamente", comienza planteando el especialista.
Pero la explicación del enfermero no se queda ahí. "En el número ocho están los snacks, no traen nada bueno, producen inflamación en el corazón. Todos esos alimentos industriales tienen muchas grasas saturadas, estas se acumulan en forma de placas de ateroma, una placa de esas se desprende y entonces obstruye una arteria del corazón y te da un infarto".
"Los refrescos azucarados incrementan los niveles de azúcar y favorecen la obesidad. Las hamburguesas industriales reúnen altas cantidades de grasas trans y colesterol, afectando la circulación. El pollo frito contiene elevadas cantidades de grasas saturadas, calorías vacías y exceso de sodio, sobrecargando el sistema cardiovascular. Los hot dogs procesados aportan gasa saturada y conservantes que dañan el músculo cardiaco. Los cereales azucarados desencadenan picos de azúcar y obesidad, afectando tu energía. Las galletas industriales contienen altas dosis de azúcares y grasas poco saludables, perjudicando tu perfil. Los postres lácteos industriales vienen cargados de azúcares y aditivos, transformando un desayuno supuestamente sano en un riesgo cardiaco", se explica de manera detallada en la publicación.
